VII

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"You're my answer"

Las noches se habían hecho más difíciles, los delirios nocturnos aumentaban con el paso de los días y con la lejanía que mantenía con Black Hat.

Solo habían pasado dos semanas, teóricamente una para Flug, ya que su inconsciencia le hizo dormir más de lo esperado.

Después de eso Hakim logró pedir una semana más de reposo para que Flug descansará de los constantes ataques de su paciente. Buscaron asignarle otro centurión al demonio, pero tan rápido como llegaban se aterrorizaban, Hakim también lo intentó y lo único que ganó fue una marca en el rostro que jamás cicatrizaría. Había descubierto que Black Hat estaba especialmente irritado sin el doctor.

—Buenos días, Flug —saludó Hakim a la vez que cruzaba la habitación para abrir las ventanas— ¿Qué tal tu noche? ¿Lograste dormir?

Flug meneo la cabeza de un lado a otro, negando aquello que tanto ansiaba, un descanso.

—Bien, esta noche aumentaré la dosis de clonazepam, espero te ayude. —Hakim se sentó al borde de la cama de su ahora ex-paciente— Sabes que nada te ayuda más que contarme qué es lo que te acongoja, ¿verdad?

Los ojos ámbar de Hakim recorrían con ternura el cuerpo aun recostado del doctor, que estaba oculto bajo las sábanas grises. Como un padre amoroso, estaba terriblemente preocupado por Flug, había dejado de comer y la falta de descanso le hacía contemplar con añoranza por la madrugada la puerta de Black Hat.

—Lo sé, es solo que, —Flug tragó en seco— ni siquiera yo comprendo del todo qué es lo que sucede. Necesito respuestas.

Hakim sabía a qué se refería, le preocupaba que algo saliera mal, que Flug volviera a ser atacado y sumergido en su antiguo yo, pero sabía que no lo podría detener en su búsqueda.

—Solo... ten cuidado, no quiero que te suceda algo más. —expresó mientras acomodaba los mechones negros del menor— Hazlo por tu propio bien.

Flug asintió a pesar de ser consciente que su investigación tendría consecuencias en su presente y futuro, sabía que, una vez obtuviera respuestas de Black Hat, sería capaz de discernir sobre qué haría y a quién daría su lealtad.

Su vida después de aquel accidente, sin percatarse, se tornó en un juego, tenía que elegir un bando o terminaría en el medio sin protección alguna, siendo eliminado del mismo.

Sin otra palabra Hakim salió de su cuarto, dejándolo a solas con sus pensamientos y miles de preguntas. Flug prefirió usar ese tiempo para cambiarse de ropas, debía visitar al demonio que le quitaba el sueño.

Caminar por los pasillos de su propio hospital mental no le hacía sentir mejor; pese que fuera impecable, del color de su preferencia y del estilo minimalista que tanto le gustaba.

Sus bastos conocimientos sobre el cerebro humano le llevaban a la conclusión que debía estar en una de esas celdas, su mente estaba trastornada, lo sabía muy bien, pero White Hat insistía en hacerlo un hombre de bien por medio de tratamientos inservibles.

Sus pensamientos pararon abruptamente una vez llegó a la celda de Black Hat. Los gritos iracundos del demonio transmitieron un escalofrío en la espina dorsal del doctor. Tragó saliva en seco.

Se acomodó por enésima vez el suéter color crema que había decidido usar, hacía frío afuera, estaban en pleno invierno y la idea de usar un suéter de lana no le pareció mala idea. Lo acompañó con un pantalón café y una bufanda, que Black Hat le había dado para grabar un comercial de navidad en años pasados.

ASYLUM [Revisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora