One Shots de MOTHER/EARTHBOUND

Mi madre te hubiese adorado [Nesscas]

━ ¡PK Teleport!

Eso fue lo último que dijo Ness en Onett, pues justo después se había teletransportado a Tazmily, el pueblo de su pareja. Llevaban muy poco saliendo, pero con el tiempo que pasaban juntos parecía que habían pasado años. Aún así, tanto a Ness como a Lucas les costaba darse besos en los labios. Suerte que las otras muestras de afecto en las cuales entraba el contacto físico sí que eran capaces de dárselas, como los abrazos, darse la mano y las caricias. Algún día podrían besarse sin pasar algo vergüenza.
Así pues, tras mover la cabeza para peinarse como si fuese un perro quitándose el agua, empezó a correr hasta llegar a donde estaba completamente seguro que iba a encontrar a su novio: Justo delante de las tumbas de Hinawa y su difunto hermano Claus. Una pena no haberles conocido, Lucas no dejaba de hablar de ellos y los describía como gente encantadora.

Nada más ver al rubio, sintió una alegría inmensa. Pero tuvo el suficiente respeto como para solo mostrar una sonrisa minúscula y simplemente darle una suave pero cariñosa caricia en la espalda como saludo.
Lucas se giró y él sí que sonrió ampliamente.

━ Ness, has venido...

━ Por supuesto que sí.

Recaudando valor, le dio un beso en la mejilla tras ponerse ligeramente de puntillas por la diferencia de altura y la respuesta de su pareja fue apoyar su cabeza encima de la gorra adversa, sonriente.

━ Mi madre te hubiese adorado, mi hermano probablemente no. ━Comentó Lucas, riendo.

Ness había escuchado eso miles de veces, sin embargo también soltó una suave risa. No obstante, eso le incomodaba un poco, ya que nunca sabía qué responderle, sobretodo por el tono decaído que acompañaba aquellas palabras.
El moreno no siempre se quedaba callado, es más, juraría que había sido un gran apoyo para Lucas en cuanto a aprender aceptar la muerte de un ser querido y superar traumas. Tazmily tenía muchas cosas buenas como por ejemplo el que no discriminaba a nadie y todo el mundo tenía derechos por igual, no obstante tenía un fallo: estaban tan acostumbrados a la tranquilidad que dejaron de lado la importancia de la psicología y el cómo lidiar con tragedias terribles. Por eso a Lucas le costó tanto salir del pozo, y eso que aún estaba en proceso de curarse la depresión. Poco a poco, quería pensar Ness.

━ ¿Vamos a la playa?

En realidad, lo único que quería era sacar a Lucas de ahí, además de la enorme tristeza en la que estaba envuelto a pesar de la sonrisa que le mostraba en ese instante. Ness sabía que por fuera el rubio le mentía, porque pese llevar pocos meses de relación, conocía su manera de pensar casi a la perfección.
El otro asintió suavemente con la cabeza, como si estuviese medio dormido. Si se fijaba bien, podía verle las ojeras. Otra noche de pesadillas, intuyó el moreno.

━ Me parece bien...

Después de dejar los girasoles que tenía entre sus brazos frente las tumbas, el más alto y desgraciado le dio la mano al otro muchacho, sin mirarle a los ojos morados que tanto decía que le gustaban. Ya tendría tiempo para eso, quizás sea la timidez la culpable de que no hayan entrado en contacto visual en ese instante. O tal vez sea porque estaba muy metido en su mundo, en su fantasía donde todo era como antes y tenía a sus seres queridos vivos. Esa especie de Magicant que le hacía soñar despierto e imaginaba cómo Ness conocía a Hinawa y a Claus. Como se volvía realidad eso de que su madre adore a su novio.
El moreno tenía una paciencia de acero, probablemente por haber vivido gran parte de su vida al lado de un vecino tan pesado como Porky, que no hacía más que querer llamar su atención, hacerle daño psicológicamente y, para las últimas veces que le vio, hacerle la vida imposible. Más que antes. Aún así, le dolía tanto ver tan ausente a su pareja que le encantaría animarle como sea. Por eso mismo, le dio un apretón en la mano de forma suave, intentando que no se distraiga tanto, ya que lo único que lograría al estar tanto en ese mundillo es hacerse daño psicológico. Solo consiguió que le mirase por unos segundos, sacarle una pequeña y casi invisible sonrisa y luego volvió a "irse". Suspiró y decidió no hablar en todo el camino, que se le hizo más largo de lo normal.