AVERNO •BTS•

3. Hospital

La despertó el olor a cloro, eso solo significa una cosa, está en el hospital, nada de esto ha sido un sueño, Kim NamJoon fue encontrado muerto, a ella la drogaron y estuvo perdida. No pinta bien, quiere abrir los ojos pero no puede, quiere seguir durmiendo hasta que alguien le diga que es una pesadilla, que nada de lo que está sucediendo es real.

- ¿Señorita Byun?- el doctor entra y se queda de pie frente a la camilla- Tendremos que dejarla en observación un par de días más, la recaída de hoy nos ha sorprendido-

- Fueron las noticias, sólo me siento un poco desorientada- le digo mordiéndome el interior de la mejilla.

- Bien, no vamos a abrir su cuarto para más televisión ni visitas- la chica asiente dos veces- Después de que puedas comer algo sólido sin vomitar te daremos de alta y deberás contestar todas las preguntas de la policia-

- No sé que quieren que les diga, no recuerdo nada-

- Podrás ir recordando con el tiempo, quizá, a veces la mente bloquea ciertos...- se queda callado mientras observa la ventana-... Eventos traumáticos- termina diciendo para salir de ahí.

Se deja caer con cuidado sobre la almohada de la camilla, no puede creer que sus amigos están muertos, ¿Cómo demonios pasó eso? Si tan solo pudiera recordar, quizá tendría una respuesta.

Decide girarse a ver la televisión, Opta por dejar el canal en uno de caricaturas, no está de humor para más noticias sangrientas ni sucesos traumáticos, se siente más débil que ayer, quizá es la caída, quizá se está muriendo y solo esperan a que mejore un poco como para empezar a hacer una investigación. Se siente triste, NamJoon era alguien con un futuro prometedor, el chico era del 1% de los mejores estudiantes de todo el país, no deja de pensar que, de entre todo el mundo, él no merecía que lo asesinaran, no merecía morir. Piensa en mí, en mis desastrosas calificaciones y mi terrible posición, con suerte iba a ir a la universidad, con suerte está viva hoy pero eso no la hace sentirse mejor.

- ¿En qué se está convirtiendo esta ciudad?- se queda dormida llena de ansiedad y lágrimas que retiene, no va a llorar, tiene miedo pero no va a demostrarlo.

***

Dentro de la estación de policía todo es un caos, el oficial Kim SeokJin revisa en su escritorio los cientos de fotografías de los cuerpos, los resultados de las autopsias de los adolescentes que fueron encontrados en distintas zonas de la ciudad, todos fueron encontrados completos pero en condiciones de putrefacción. Había una pareja en el lago la mañana que encontraron con vida a Byun HeeYoung, la noticia de una persona viva después de la semana que sumaba a diez adolescentes muertos había sido motivo de casi celebración en todos lados menos en la casa donde vivía la chica. Las plantas que estaban ahí ya se habían marchitado, los pisos estaban llenos de polvo y la leche que había dejado fuera del refrigerador antes de ir a la fiesta estaba cuajada.

- Encontraron otro cuerpo- El oficial Wu de deja caer en su propio escritorio aflojando su corbata, están cansados, no quieren darle carpetazo a la investigación y cerrarla pero con todos los cabos sueltos que parecen no conectar en ningún lugar, es lo único que se ve en el panorama.

- ¿Lo han identificado?-

- No aún, se ha notificado a todas las familias de los desaparecidos que vengan mañana, hoy ya es demasiado tarde- se quedan viendo a la puerta de la pequeña oficina.

- ¿La chica aún no recuerda nada?-

- No, me temo que nuestro único posible testigo es inútil-

- Mierda- El oficial Wu no siquiera lo dice molesto, más bien fastidiado, el caso más grande de investigación que pudo ocurrir en la década dentro del pueblo se ha convertido en un callejón sin salida, toda su preparación en la academia ha sido en vano.

- No sabemos quién es, ni como luce el asesino-

- Eso si presuponemos que solo es uno- el reloj de la oficina marca las siete de la tarde, ambos oficiales toman sus sacos y se despiden al salir de la comisaría. Otro día sin progreso, otro día donde deberán dar la cara ante el jefe de policia para decirle que aún no encuentran nada, otro día donde los van a amenazar con perder su trabajo si no demostraban resultados.

El oficial Kim SeokJin sube a su auto con una emoción dominando su ser: frustración. Al menos habían ganado algo de tiempo desde que encontraron a la chica en el bosque, fue un alivio para todos los pobladores, un pequeño rayo de esperanza ante la ola de inseguridad que había llegado a la ciudad, nunca antes habían tenido tanto trabajo. Siempre había funcionado de manera sencilla, pequeños asaltos de personas que ni siquiera vivían ahí. Ni todos sus años en la academia de policía ayudan a ver claramente la situación, incluso, el oficial Wu y él han peleado ya tres veces por la diferencia de opiniones respecto a la dirección que debería tomar la investigación. 

Mañana será otro día, mañana podrá preguntarle cosas a la chica y, aunque ella no recuerde nada, es lo único que tienen seguro. Quizá vio algo, quizá. Llegando a casa el hombre se quita los zapatos y se dirige al balcón de su departamento para encender un cigarrillo, este lo ha mantenido con cordura desde que entró a la academia de policía. Durante su entrenamiento los llevaron a otras ciudades más grandes y con más peligros, no había visto una herida de bala hasta antes de llegar a las zonas conflictivas del país, no había escuchado de personas desaparecidas ni presenciado asesinatos. Por más que le gustaría, estaba lejos de recuperar esa inocencia que lo mantenía al margen del cigarro y los vasos de whiskey regados en su habitación. Ya no llevaba chicas a su casa por lo mismo. Su ansiedad estaba en niveles indescriptibles y sólo deseaba poder terminar con alguna respuesta del caso para retomar el rumbo de su vida. 

  Al día siguiente iría al hospital y eso era lo importante, conseguiría respuestas costara lo que costara, no quería volver a pasar noches en vela buscando sentido a pistas que no tenía idea de si encajaban juntas. No quería volver a soñar con los cuerpos putrefactos y los ojos sin vida de los adolescentes de la fiesta, ni que le hicieran más preguntas los medios o sus jefes, la cosa iba a resolverse, al menos eso esperaba, aunque no existiera ninguna certeza sobre la fecha.