9. Paranoia

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Se había dedicado toda la semana a cubrir las ventanas de su casa. A las tres de la mañana los vecinos escuchaban el llanto de la chica y la manera ruidosa en que caminaba por la casa. El aspecto de HeeYoung comenzaba a mostrarse deplorable. Después del día de la cafetería el teléfono no había vuelto a sonar, ningún mensaje había llegado en esa semana, lo que solo le provocaba más incertidumbre. 

Había dejado de comer y dormía por pocos periodos de tiempo, no había completado ni un ciclo de sueño de más de una hora desde que se había agotado la batería del teléfono en el tercer día y cuando despertó a la mañana siguiente, la batería estaba completamente cargada y en la pantalla había una nota impresa que señalaba: "No puedes librarte de mi". 

Constantemente se siente observada, a pesar de no salir de casa. Cualquier mínimo ruido la pone alerta y a la defensiva. Si a la HeeYoung de hace un año le hubieran dicho que este sería su futuro, probablemente se hubiera reído, el problema ahora es que, parece que su realidad no va a cambiar nunca. La locura se va apoderando de ella todos los días, ni siquiera se reconoce en el espejo, la persona que ve es una completa desconocida y comienzsa a darse asco. Antes era bonita y lo sabía, NamJoon se lo decía y le creía pero, esa chica había desaparecido en su extrema delgadez y ojeras, esa chica que veía no era Byun HeeYoung, era el espectro que quedaba de su vieja yo. 

Ahora se encuentra ahí, parada frente a la puerta sintiéndose estúpida porque debió salir media hora antes si quería llegar a su cita con el Dr. Min YoonGi. Antes lo había maldecido y se había repetido a sí misma que no era necesaria ninguna clase de asesoría psicológica, ahora no puede pensar en otra cosa. Sus uñas han casi desaparecido por los nervios, respira una vez antes de abrir la puerta y salir. El manojo de nervios en que se ha convertido va caminando a paso tembloroso y pequeño hasta la parada de bus.

Se siente casi flotar por todo el camino, la bocina anuncia su parada y baja. Se siente diminuta frente al edificio de psiquiatría dónde se encuentra el doctor Min pero entra hasta llegar al eterno pasillo blanco donde se encuentra el consultorio, se sienta en una de las sillas cercanas al escritorio de la recepcionista y espera ahí mientras mueve los pies, tararea una canción recién inventada en su mente. 

— El doctor Min no tarda demasiado— le dice la chica detrás del escritorio, HeeYoung hace un ademán sin mucho esfuerzo para darle a entender que la escuchó y vuelve a meterse en sus pensamientos. Sigue tarareando la canción antes de que vibre el celular en su bolsillo, con la mano temblorosa lo saca y observa la pantalla, un mensaje de lo más inocente se ve en la pantalla y no sabe de quién es pues el número está bloqueado. "Hola". — Ya puedes pasar— guarda el teléfono en cuanto escucha de nuevo la voz de la chica, respira hondo dos veces antes de entrar al consultorio. 

— Bienvenida—  si el chico nota lo deplorable que se ve no lo comenta, en su lugar pone su mejor sonrisa y con la mano le indica donde sentarse, justo frente a él— ¿Cómo estás el día de hoy?— a HeeYoung le parece una pregunta estúpida, cualquiera con ojos podría responder: está faltal. 

— No sé— decide contestar ante los ojos expectantes del doctor— Creo que estoy volviéndome loca. 

— No tienes que preocuparte por eso, yo estoy aquí para ayudarte. Tu respuesta es perfectamente normal ante la situación anormal que viviste— comienza a anotar en su libreta la palabra locura y la subraya dos veces con fines de diagnostico. 

—  ¿Puedo llamarla así? ¿Situación anormal?

— ¿Cómo te gustaría llamarlo?— se gira a la pequeña ventana que se ve en el cuarto mientras escucha la pregunta y no sabe qué responder, se distrae por las palomas que van volando a lo lejos por a penas unos segundos. 

AVERNO •BTS•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora