Promesa perdida (prologo)

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Nick se encontraba afuera de la habitacion designada de Ted.
-Toc toc!--  Llamó.

La puerta se abrió revelando al adolescente peli verde con el que tanto gustaba estar.

A Ted siempre solia iluminarsele la mirada cada vez que posaba sus ojos en él, como si su presencia fuera más que suficiente para mejorarle el dia, eso era algo de lo que Nick estaba secretamente orgulloso.

Pero últimamente habia estado decaido, e incluso deprimido más de lo normal. Su mirada lucia vacia y las prominentes ojeras bajo sus ojos demostraban lo cansado que estaba.

No era raro que el chico se encerrara por dias enteros, evadiendo a los demas y sin dar palabra. Ted tenía esas etapas. Usualmente ocurrián luego de una mala misión o simplemente porque si. No siempre habia necesariamente una razón y él, como su mejor amigo, le comprendía.

- Hey Ted, esta todo en orden?-- Le preguntó cuando vio que su amigo se le quedo mirando en silencio.

El otro adolescente soltó un suspiro agotado y desvio la mirada. - Él te envió, verdad?-- preguntó con desgano, recargandose en la puerta.

Nick se rasco la nuca, removiendose incomodo desde donde estaba parado. Asintió con miedo, no queria meterse en asuntos ajenos incluso si se trataba de su mejor amigo más cercano.

Sabia que el padre de este solia ser bastante estricto con sus mandatos y ponia demasiado peso sobre la ya delicada mentalidad de el peli verde. Esta ahi porque fue la última opción de Michael para poder arrancar a Ted de su escondite y hablar con él para poder continuar cumpliendo con sus obligaciones. Lo necesitaban, y lamentablemente el hijo de la persona más importante del lugar no tenia elección alguna al ser considerado importante también.

Ted, sabiendo todo eso, dado a que le lo hicieron entender explicandoselo incontables veces, se resigno a salir de su segura cueva por primera vez en dias.

Tomo su tan remarcable chaqueta negra, la que tenia ese pelaje falso que le encantaba y siguio a Nick mientras se la colocaba. Encaminandose hacia el edificio principal.

- Espero que el chupasangre este tenga algo realmente impotante entre manos, o habré hecho acto de presencia por nada --. Remarco con molestia generando una pequeña risa en Nick.

Juntos llegaron ante dos inmensas puertas. Ted las empujo para darse paso a su interior.

Nick no pudo seguirle pasado a este punto, pues las puertas asi como se abrieron para su amigo de cabellos verdosos se le cerraron en la cara a él.

No habia problema de todos modos. Habia entendido la indirecta.

El adolescente solo pudo mirar de reojo con un ligero gesto de preocupación, pero era de común conocimiento que Nick tenia absolutamente prohibida la entrada al estudio/oficina de su padre.

Como era de esperarse ahi de encontraba su progenitor. El ser de más alto rango en todo el lugar, el "jefe" por asi decirlo. Este observaba toda actividad realizada a las afueras de aquella torre imperial del edificio en donde se encontraba su oficina a travez del gran ventanal que esta misma poseia. Ventanal hecho en un 100% de vidrio polarizado por cierto. Contruido de tal forma que, él pudiera observar todo desde dentro sin necesidad de exponerse a la luz solar o que dicha luz le alcanzase, y que nadie más sea capaz de mirarlo a él desde fuera.

-- Padre, - le llamó Ted, haciendo notar su presencia, aunque el vampiro ya la habia notado hace tiempo.

Este giró con una paciencia que su hijo carecia. -- Tedrick - Saludó con esa sonrisa vaga que siempre le daba a todo el mundo, -- Hasta que te dignaste en salir de tu cueva!- festejo en broma. Ted apretó los dientes.

Blood In The Water [CANCELADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora