#21: Conjeturas inconclusas

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Iba de un lado a otro, tecleando y programando, las multiples pantallas de las computadoras que parecían cubrir cada espacio de aquella habitación iluminaban toda la estancia con sus pantallas mostrando diferentes programas y codigos que cargaban a una velocidad sorprendente y continuaban decodificando la siguiente tarea.

Gear se limpio un poco el sudor de la frente, para él, hacer este tipo de cosas era lo mismo que correr un maratón mientras explicaba una tesis. Pues el usar sus poderes era algo exhaustivo tanto fisica como mentalmente.

Su propio cerebro era como una computadora, procesando datos e información en tiempo record y luego pasando aquella misma información a los aparatos tecnologicos que cumplian con el rol que les asignara. Es super cansador hacerlo todo a la vez pero es su trabajo.

Cuando llegó al Refugio hace un par de años, este lugar se caia a pedazos, si bien aun asi era acogedor a su manera, no se podia negar el hecho de que no era más que un muy acondicionado agujero en el suelo. Su dote requeria estar activo las 24 horas, afuera, en el mundo exterior, estaba constantemente rodeado de tecnologia y aparatos electronicos con los cuales podia interactuar y mantener sus habilidades en uso. En el Refugio de ese entonces, lo unico que habia era electricidad y una muy debil cobertura movil aparte de otros electronicos de segunda mano. Deplorable.

No pudo quedarse tranquilo viendo el estado del lugar en el que él y sus hermanos tendrían que hospedarse. Este sitio lo hubiera vuelto loco si no hubiera tomado cartas en el asunto por su propia cuenta. Haciendo pequeños favores aqui y alla para conseguir lo que necesitaba, empezo su largo trabajo para modernizar dicho Refugio. Modificaciones tecnologicas fueron añadidas en cada rincón, en cada habitación. Humanizando, por más contradictorio que aquello suene, y facilitando la vida en el lugar. Nadie se lo habia pedido, él simplemente lo habia hecho y ya. Al menos ahora, los que vivian alli podrian entretenerse con consolas, celulares y hasta viendo la televisión gracias a él.

Naturalmente, los Moderadores, quienes eran los que levantaron este sitio y lo mantienen en pie, le ofrecieron un puesto entre los suyos. Ahi fue cuando supo que todo su trabajo duro estaba siendo recompensado, todos sus esfuerzos habían culminado en algo mucho mas grande que él mismo.

Y aunque a veces las demandas de aquellas personas al mando se volvían cada vez más complicadas, élse obligaba a cumplir el trabajo sin hacer demasiadas preguntas.

No queria que lo tomaran por un incompetente, no queria que su reputación baje o que sus hermanos quienes paguen su error.

Por lo que cumplía con las ordenes de los Moderadores al pie de la letra, y si ellos le pedian que programe un sistema de seguridad aún mucho más estricto e inquebrantable que con el que contaban, entonces tenia que hacerlo sin chistar. Le guste a quien le guste.

Por supuesto, que no todo era tan simple.

La puerta de su taller se deslizó permitiendole la entrada a la unica otra persona en el Refugio que puede entrar y salir libremente de allí. -Gear!! Estas? Jaja que pregunta, claro que estas. -

El tecnopata rodó los ojos irritado, estaba con la histeria a flor de piel, pensaba que Mark se tomaría un poco más de tiempo antes de venir a molestar aqui.

El chico moreno se acercó sonriente y se colocó detras de él, apoyando su barbilla sobre el cabello mientras cargaba en sus brazos multiples artefactos y chucherias, tratando de mirar lo que pasaba en todas esas pantallas. Gear se lo sacudió de encima.

-Estoy algo ocupado. Te importa? -

La sonrisa burlesca de Mark se borró por unos segundos antes de reaparecer nuevamente, levantando las manos en señal de rendición, dio la media vuelta y se dispuso a volcar lo que traia encima en una mesa cercana. Gear miró de reojo sus acciones y luego volteó de golpe.

Blood In The Water [CANCELADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora