Capítulo 6: El engaño nunca llega lejos

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Narra Brian


Sarah y su hermana habían al bosque ya hace mucho, calculo una media hora, ¿qué pasaba? Dijeron que solo iban a buscar un buen lugar para refugiarnos cerca de aquí. El padre de Sarah también parecía preocupado, y para variar, Gretchen andaba tomando una siesta... no me sorprende.

—Chico lobo —me gritó el papá de Sarah.

—Mi nombre es Brian.

—Bueno, es un gusto; te iba a preguntar tu nombre, pero te me has adelantado.

—Oh.

—Me llamo Bahir.

—Curioso nombre, en verdad.

El tipo solo me dedicaba sonrisas, era algo escalofriante considerando que los colmillos de un vampiro son bastante siniestros.

—Mis padres tenían creatividad para dar nombres, supongo. —Miró hacia el bosque con una mirada perdida— el comportamiento de Erika... ha cambiado en estos últimos meses.

—Ya han tardado. Y no quiero ser atrevido, pero he visto malicia en ella.

—No lo eres, yo también la he visto; Erika siempre fue buena actriz, su madre la regañaba por su hipocresía, a veces tenía una mirada que me daba miedo... claro, eso fue hace mucho, cuando creció cambió y llegó a ser una buena hija, pero ahora lo he vuelto a ver, y peor que nunca.

—¿Qué hay de Sarah? No parecía muy contenta de verlo.

—Le doy toda la razón, no he sido buen padre, no como lo fui con Erika. Pero tenía mis razones, me dolía el tener que hacer lo que hice, pero fue para protegerla.

—No quiero entrometerme en asuntos que no me incumben, pero quiero saber qué pasó, tiene todo el derecho de no explicarme.

No pudo terminar, pues es interrumpido por un horrible grito desde la espesura del bosque.

—¡¡Papááá!! —Era la voz de Erika. Cuando llegó a nosotros, yo también me aterroricé. Estaba cubierta de cortes sin sangre y la ropa rasgada; nunca pensé que una chica como ella pudiese tener temor, o ser herida... simplemente no me cabía en la cabeza que si algo la haya atacado, no se hubiera defendido. Pero claro, papá-protector se lo tragó a la primera.

—Por Drácula, Erika, ¡¿qué te ha pasado?!

—Bestias, me han dejado vivir para que les alerte del peligro, pero... se han llevado a Sarah. —Se llevó las manos al pecho, escondiendo su mirada. Se le quebró la voz cuando dice—: no hice nada para salvarla... perdónenme.

—Ven. —Su papá le abrazó, mientras miraba a la nada, y yo no podía creer lo que pasaba—. No te obligaré a que nos expliques qué paso, pero algo no me cuadra, Erika... es decir, ella está entrenada para estas situaciones... ¿cómo la pudieron secuestrar tan fácilmente? Y tú... no le tienes miedo a nada.

—Eran demasiados papá... nos emboscaron. La líder... era una asesina, se le notaba en el rostro, dijo que era la princesa.

—Esto no significa nada bueno —se le perdió la mirada otra vez, analizando lo que no entendía—. El líder de los hombres lobo está loco, pero vaya que sabe conseguir seguidores... se ha auto-proclamado rey seguramente; ¿no te dijo la princesa su nombre?

Erika solo movió la cabeza de lado a lado, sin decir nada.

—Ya tenemos a dos para rescatar... a Sarah, y a mi hermano.

—Debemos darnos prisa —dijo Bahir—. Seguramente mantendrán con vida a ambos.

—Los convertirán, como hicieron conmigo.

—¿Cómo lo hacen?

—No recuerdo. No tengo memoria.

—¿Cómo se encontraron tú y Sarah?

—La tenían atada de brazos en un granero. Yo la ayudé a escapar... —Le conté todo, desde cómo descubrí sus poderes hasta el encuentro con la anciana de los bosques.

Cuando llegué a la parte en que escapamos por la voz femenina encabezando a los hombre lobo Erika pareció preocuparse.

—Imposible. Hay una sola mujer lobo de guerra y es la princesa, la que nos acaba de atacar; es... imposible que haya viajado tan rápido.

—¿Magia? —sugerí.

—Los hombres lobo no tienen magia —dijo Bahir—. La madre de Sarah y Erika me lo explicó hace mucho... En los inicios de la guerra, muchos vampiros que ya la practicaban ayudaron a las bestias, a veces voluntariamente, pero la mayoría era obligada para que dejaran vivir al resto de la familia, cosas así.

—Chantaje —completé.

Bahir asintió.

—Si hay una posibilidad de que esta... princesa —continuó— haya usado magia para trasladarse, debió de estar acompañada de un vampiro.

—Tiene sentido, había un vampiro aprendiz al lado de Caralia. —dijo Erika, pero al acto se arrepintió, al decir «Caralia», se asusta, tal vez revelando un error que no entendía, pero que al parecer Bahir sí.

—¿Caralia? ¿Qué esa no era tu amiga?

—Drácula qué torpe soy —se llevó una mano a la frente y se rió de sí misma—; ando pensando en esa loca, tengo que llamarla, quedamos de ir a cazar mañana. Quise decir «princesa», perdón. 

Me di cuenta de que Bahir no le creyó en lo más mínimo, yo tampoco, muy buena cazadora ha de ser, pero de mentirosa no tenía ni un pelo. 

—Hija, ¿cómo se llamaba la princesa?

—Ehm... no me dijo. —Se le notaba asustada, pero esta vez, asustada de verdad. 

—Vamos hija, tuvo que habértelo dicho, esa gente tiene el ego por las nubes. Y ya controlan a todos, lo último que quieren es pasar en anonimato. Tú misma lo viste cuando se llevaron a tu madre. 

—¡No metas a mi mamá en esto!

—Y tú no mientas Erika Foster... tu amiga, de la que siempre hablabas, es la princesa, ¿cierto? —Se estaba aguantando las lágrimas, yo también lo estaría en esa posición—. Tu hermana tiene todo el derecho de estar enojada conmigo, pero no por eso ella traiciona a la familia de esta forma... y tú, ¡¿tú te atreves a hacer esto?! ¿Por qué, Erika? ¡Por tu culpa secuestraron a tu hermana! ¡Ella ningún mal te ha hecho!

—¡No me sermonees papá! —Empezó a gritar Erica también, enojada; ya no se le notaba culpable—. ¡¿Crees que yo realmente no tengo razones para estar enojada?! ¡Vivo bajo la sombra de una chica que ve fantasmas y que supuestamente está destinada a acabar con la guerra porque tiene un maldito cristal en el corazón!

La mirada de Bahir empezó a suavizarse, comprendiendo las razones de Erika y se llenó de culpa. 

—Perdóname por no darte la misma atención que le di a Sarah... no sabía cómo te sentías... Pero eso no te quita el que me hayas hecho esto, una charla era suficiente. 

—Muy tarde para arrepentirte, padre... Las bestias ganarán la guerra, y yo no pienso morir de hambre.

—¿Qué? —Yo estaba tan confundido como su padre... ¿a qué se refería Erika con que no morirá de hambre?

~•*•~

¿A qué se refiere Erika? O_o solo yo lo sé wuajajaja; bueno, tal vez alguien adivine, ¿quién sabe?

El FanArt de Erika está a la derecha ——> Mil gracias a @KuroNekoSan por hacérmelo. 

Se les quiere. 

~Lau

P.D.: Ayer fui al cine y vi «El libro de la vida», de Disney; ¡está hermosa! La recomiendo. 

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⏰ Última actualización: Aug 25, 2015 ⏰

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