Solo Tú

Prólogo

A raíz de lo sucedido años atrás, un apuesto joven se inventó una forma de lucrarse al tiempo que satisfacía su cuerpo mediante el sexo, sin explicaciones, sin volver a ver a sus amantes, sin dar de nuevo la oportunidad a nadie más para romperle el corazón, aunque eso no importaba, puesto que ya no tenía uno, se lo habían destrozado dentro del dormitorio en donde había descubierto la traición, en su propia cama.

Ese día perdió mucho más que su corazón. —Para él, estaban muertos y enterrados.

La cicatriz en su mano perduraría para siempre, al igual que el recuerdo. Tuvo que irse lejos a pelear con cualquier incauto que tuviese ganas de recibir unos cuantos golpes. —Estuvo a punto de matar aquel hombre, de no haber sido por quien ahora era su amigo y socio, que lo detuvo cuando iba a dar paso a su furia, advirtiéndole lo que estaba por hacer; sostenía con tanta fuerza la navaja que pretendía clavarle aquel pobre infeliz, que cortó la palma de su propia mano. Con la sangre que brotaba de esta, aquel desconocido lo ayudó a salir no solo de aquel bar de mala muerte, sino de su Pais, al que no había regresado, ni pensaba hacerlo.

Con el tiempo, ambos hicieron una sociedad, su amigo manejaba la empresa a la perfección, mientras él atendía su negocio personal que le dejaba inimaginables ganancias monetarias y sexuales, a las que no estaba dispuesto a renunciar, hasta que una noche apareció ella e hizo que aquel maldito órgano que creyó muerto palpitará nuevamente y reviviera en él sentimientos que había enterrado.

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Liberando un suspiro de resignación, luego que sus amigas la convencieran para salir a divertirse esa noche, la joven estaba allí, de pie frente a un club nocturno exclusivo para mujeres, el cual era la sensación de la cuidad... o al menos eso les habían comentado.

—Vaya nombre para un club nocturno de moda —dijo la joven en tono burlón tras leer el cartel frente a ella.

—Que importa el nombre —replicó una de sus amigas —; según he escuchado, el ambiente es de primera.

La joven rodó los ojos..

Al llegar a la puerta, el guardia de seguridad las detuvo, —después de la revisión de rutina, y tras registrar sus nombres,  les entregó unos antifaces, que debían colocarse antes de entrar al establecimiento.

—Solo espero que tanto misterio valga la pena —masculló la chica con fastidio.

Los ojos de las tres amigas se abrieron ampliamente; los colores neones dentro del establecimiento hizo que se asustaran un poco, jamas habían estado en un lugar como ese.

Sintieron de pronto el deseo de marcharse, pero la curiosidad por adentrarse a lo desconocido se hizo presente en las tres, y, finalmente se sentaron en el lugar que les indicaron y comenzaron a disfrutar del ambiente, hasta que, el maestro de ceremonia tomó el micrófono y comenzó a hablar:

—Buenas noches hermosas damas, espero que estén disfrutando del ambiente de "Tú", como todas ustedes saben, hoy como cada noche, es noche de elección, y...

La joven abrió los ojos y miró inmediatamente a sus amigas que estaban tan asombradas como ella.

El maestro de ceremonia continuó —una de ustedes tendrá la oportunidad de disfrutar de una noche de placer infinito....

—¿Que demonios?  —Preguntó la joven azorada mirando a sus dos amigas.

—Te juro que yo no sabia nada de esto, —se excusó la de cabellera negra.

—Yo tampoco —se defendió la otra —y creo que es mejor que nos larguemos de aquí.

Las tres se pusieron en pie inmediatamente y antes que llegaran a la puerta de salida, unas fuertes manos tomaron el brazo de la rubia joven, que tragó saliva al escuchar: