Nunca dejes de soñar (Editando)

Capítulo 41/ Final (2/2)

Narra Luz:

"Nadie va hacerte daño por que yo no voy a permitirlo ¿Escuchaste? nadie va a lastimarte, mírame a los ojos Luz NADIE, NADIE VA A LASTIMARTE ANTES TENDRÁN QUE MATARME" recordé la promesa que me hizo Pablo si tan solo hubiera sabido que esa promesa lo llevaría a cabo jamás hubiera dejado que lo prometiera. Solo puedo ver su cuerpo en un charco de sangre, con sus hermosos ojos abiertos sin vida, simplemente estando ahí mostrándome la fragilidad de la vida, el dolor palpable de la muerte de quienes más amas, sin poder aguantarlo lloro en silencio por que no puedo hacer nada mas que llorar sintiendo la culpa dentro de mi.

Y es que aún no podía creerlo, aún no podía asimilar lo que estaba sucediendo, no podía creer que Pablo estuviese muerto, y todo había sido por mi culpa; que este fuera nuestro final, gracias al hombre de los ojos color olivo. Había estado tantas veces aquí, en situaciones tan extrañas y que aún seguían siendo muy confusas pero a pesar de esto, seguía sintiendo el miedo que tenía la primera vez que entre, pero este miedo se había multiplicado por que ya no solo era mi vida la que corría riesgo, si no también de las personas que más amaba en  la vida, y tampoco  sabía en donde me encontraba Alejandro, ni qué es lo que sucedía a todos los demás, solo tenía a  Azul que estaba atada a mi lado, tenía varios golpes y cortes, estaba sucia y agotada, ella estaba enojada y muy asustada.

No podría describir todos los sentimientos encontrados que puedo ver ya sin la venda puesta en sus ojos, su mirada está totalmente perdida, con tantos sentimientos o quizás ninguno; Los hombres se llevaron a Alejandro, ojala que haya sido para poder curarlo, no podría soportar que alguien mas muriera por mi culpa.

—Detesto a las personas que quieren ser las heroínas de la historia—Dice el hombre de ojos color oliva viendo al cuerpo de Pablo—Que lastima que en esta historia no habrán heroes.

—Dejalos ir, ellos no tienen nada que ver, por favor, te lo suplico no les hagas daño—le ruego entre lágrimas.

—¿Por que los dejaría ir?, esto no tendría diversión si no te quito todo lo que tu me has quitado Luz—Confiesa.

Azul solo lo ve, no dice nada, no es la chica valiente que no se deja de nadie que conocí esa que me ayudó muchas veces.

—Yo no te quite nada, ni siquiera se quien demonios eras hasta que empezaron a ocurrir cosas extrañas desde...

—Si Luz recuerda desde donde han empezado a suceder cosas extrañas—dice con diversión.

—Desde que encontré a Christopher en el balcón del hospital—Y caigo en cuenta de como las cosas se empezaron a poner raras en ese balcón, donde crei que habia salvado la vida de alguien sin saber que simplemente era mi sentencia.

—Muy inteligente Luz, bravoo, lo descubriste todo, aunque muy tarde para ser sinceros ¿No crees?—Aun no podía entenderlo todo, es que Christopher el chico del cual he estado enamorada siempre estaba en este sucio plan, no podía ser posible.

—No, él no, él no me podría hacer esto, yo lo amo...—Me negaba a creerle, ¿Por que deberia creerle a alguien como él? sino hace más que mentir, lastimar y dañar todo lo que toca

—No todo lo que amas es recíproco, no todo lo que crees que necesitas te hace bien, a veces solo te destruye—Escucho susurrar a Azul por primera vez desde que la vi. 

—Perdón—Jamás imaginé que esa palabra podría doler tanto, que pudiera lastimarme mas de lo que ya estaba, no podía creer que lo que más me doliera fuese de donde provenía esa simple palabra, Christopher.