Capítulo 37

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—Shawn...

—¿Arianna? Pero...¿qué? ¿Qué haces acá?

Ni yo lo sabía, siendo honesta. Había besado a alguien más en Canadá, entrado en pánico, y ahora estaba en su puerta en Inglaterra.

—No puedo superarte. No hasta tener un cierre —dije pero incluso a mis oídos sonó como una excusa. No quería superarlo, no quería tener que hacerlo. Shawn sin embargo debe haberlo creído porque se hizo a un lado y me dejó pasar.

Su habitación era amplia y sonreí al recordar cuantas veces nos tiramos en camas de hotel a hacer maratones de Harry Potter y High School Musical.

—Quiero disculparme —empezó a hablar Shawn, incluso cuando se suponía que yo era la que quería hablar— por la llamada borracho en Navidad y sobretodo porque todo lo que dijiste ese día es verdad. Al no decir nada fui cómplice del odio que recibiste y no lo mereces.

Asentí. Un nudo en mi garganta me impedía hablar.

—Y también quiero decirte que lo último que quería era terminar nuestra relación de la forma en que lo hice, por videollamada. Se me hacía imposible viajar y no creía justo seguir reteniéndote en algo que yo no creía funcionaría. Broken la escribí acerca de cómo me sentía en ese momento. Sin embargo la realidad es que no estábamos rotos. Pensaba eso porque estaba cansado de extrañarte, del tour constante, de todo. Nunca te dejé de amar si eso te preocupa.

—Nada cambió sin embargo. Sigues en tour, yo sigo estudiando en casa —remarqué. Mis palabras escondían mi pérdida de esperanza de retomarlo.

—Lo que cambió es que te extrañé más en estos últimos meses que cuando estábamos juntos a distancia. Lo que cambió es que eso me permitió entender que no quiero dejarte y que creo que podemos en serio hacerlo funcionar. Mi tour termina en dos semanas, una gira de casi un año sin descanso. Luego de eso, voy a tomarme mi tiempo en escribir nueva música y vivir un poco mi vida. No quiero dejar ir algo tan importante como lo que yo quiero.

—Besé a alguien más. Por eso estoy acá —confesé—, porque cuando lo hizo todo lo que pude pensar era en que no eras vos, en que después no besarías mi frente y me dirías reina.

No me había dado cuenta pero la gran distancia que manteníamos al principio había ido disminuyendo. Estábamos a tan solo un paso, uno que él acortó.

—Estoy aquí —aseguró tomando mi cara entre sus manos— y te amo Reina —susurró y puso sus labios sobre los míos. Me permití confiar una vez más en que todo saldría bien.

N/A: ¡Y el último capítulo llegó finalmente! *llora*
No desespEREN QUE FALTA EL EPÍLOGO.
Guardaré mi sensibilidad para los agradecimientos. Por ahora disfruten que #Sharianna está de vuelta.

La baterista »Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora