La baterista »Shawn Mendes

Capitulo 32

Parada en el medio de la calle, alcé la vista para admirar entero el edificio completo frente a mí. Parecía solo ayer cuando había llegado ahí con mi madre para ensayar para el tour. Ahora el tour ya había terminado y una sensación de nostalgia me invadió.
Ignoré esos pensamientos y abrí la puerta.
—Buen día. ¿El estudio dónde está? —le pregunté a una mujer detrás de un escritorio. Amablemente me indico como llegar. Le agradecí y me dirigí allí.
Shawn estaba hablando con un productor así que fui a saludar a Andrew.
—Hola Arianna —devolvió el saludo con una sonrisa—. ¿Nerviosa? —me preguntó.
—Algo.
Íbamos a grabar algunas partes de canciones nuevas de Shawn. Y después de este día intenso de grabación, terminaría mi tiempo como baterista. Mike volvía en una semana y la universidad empezaba en dos.
Los músicos ya estaban listos y vio que Shawn la llamaba. Suspiró y se preparó para disfrutar sus últimas horas como la baterista de Shawn Mendes.

***

—N-no puedo respirar Shawn —dije sin aire. Él se rió y siguió corriendo.
—Recién hicimos tres cuadras Ari, dale.
—No todos vamos al gimnasio todos los días —me quejé entre dientes pero seguí para no quedar atrás.
—¿Sabes qué necesitas para hacer ejercicio? Un incentivo —dijo después de que me quejé diez veces—. ¿qué tal que si haces todo te dejo elegir la película cuando volvamos?
Lo pensé unos segundos.
—Solo si además me compras helado —negocié.
—Tenemos un trato.

Así es como unas horas después, ya bañados, estábamos tirados en su cama viendo Harry Potter y la piedra filosofal comiendo helado de chocolate.
—¿Cuándo sigue el tour en Asia? —pregunté sin quitar la mirada de la película.
—En dos semanas —respondió. Sus dedos entrelazados con los míos dejaban caricias en mis nudillos—. ¿Vos cuándo empezas la universidad?
Nuestras miradas se unieron.
—Una semana —Mi mirada bajó a sus labios, fríos y húmedos por el helado. De forma lenta, me acerqué a él y lamí la comisura. Alcé la mirada de vuelta a sus ojos—. Tenías helado —dije con inocencia.
Sus pupilas se dilataron aún más de lo que ya estaban.
—Arianna —su voz tenía un tono de advertencia pero yo sabía que en realidad era una pregunta.
—Quiero esto —susurré en sus labios antes de tomarlos entre los míos. Entonces se relajó y se dejó llevar.

n/a:
pregunta: consiguieron entradas? yo sí, en Argentina el 6 en zona 306
nos vemos