- Ya veo... así que eso pasó - Me dice Catricia mientras me observa con una expresión seria.
-Se que había dicho que tenía que pasar desapercibido, pero el tipo vio la espada con las llamas de Mana así que tuve que decirle -
-No te preocupes, creo que es lo mejor, recuerda que el tiempo no es tu mayor aliado... Mientras no tengas que recurrir a lo que te enseñé... Espero que traigas noticias pronto -
El gremio de magos de Lattrium, un lugar que parece no tan grande ya que, al menos en la aldea de Doming, es bastante pequeña la casona, el gremio de mercaderes tiene una bastante similar, sin embargo no he entablado ninguna relación con ellos, debo mencionar que tal vez a futuro debería considerar unirme a otros gremios con el fin de ampliar mis conocimientos acerca de esta región de Frontera, pero por el momento estoy aquí en el gremio de magos, Sealamin Chorster me aceptó en el gremio después de nuestro encuentro amistoso el otro día, según lo que me dijo en ese momento, es que mis poderes superarían con creces a su rival y tal vez incluso supere las expectativas de los magos de primer grado. En esta región el gremio de mago clasifica a sus miembros en diferentes categorías, desde Novato, Aprendiz, Adepto, Experto y Maestro. A su vez los maestros del gremio de magos se definen entre maestros sin grados, de cuarto grado, tercer grado, segundo grado y primer grado, sin embargo, Sealamin mencionó que existe un tipo de magia que supera a los de primer grado, pero solo eran leyendas y que de hecho magos de primer grado no existen en la región de Lattrium y que el único mago de primer grado que va existiendo es el rey de Expressia.
Corto la comunicación con Catricia mientras me preparaba para avanzar en el gremio de magos, Sealamin me otorgó por gracia y excepción la categoría de mago adepto, él pensaba en otorgarme la categoría de maestro pero me negué y me entregó la de adepto ya que le pedí que me asignara un rango en el cual no llamase la atención, no quiero tener que dar explicaciones a mi búsqueda, bueno, al menos no a otros además de Sealamin a quien le conté todo lo que me ha pasado con el fin de empezar a recibir su ayuda en lo que respecta a la búsqueda de los siete cristales, a su vez, descubrí que en esta zona Frontera el concepto de magia es similar al de mi realidad, sin embargo ellos no categorizan las mana acorde a su naturaleza, más bien las ordenan por escuela, tipo o incluso por elementos como el fuego, el agua, el viento y la tierra, me comenta que normalmente los magos son encargados de apoyar en labores investigativas a la región, también me enteré que todas estas regiones obedecen a una estructura monárquica, las aldeas le rinden tributo y lealtad al rey de la región, los gremios funcionan en puntos similares, sin embargo en aldeas pequeñas solo existen gremios específicos dependiendo la zona en que está ubicada la aldea.
- ¿Taurustar? ¿Puedo pasar? - Golpea alguien a la puerta interrumpiendo mis pensamientos.
- Pasa - Era Sealamin - ¿Pasó algo malo? - pregunté algo intrigado.
- Verás... Quiero que me enseñes lo que conoces de magia... - Diciendo esto se postra de rodillas.
- ¿Quieres que te enseñe? - Pregunté asombrado.
- A decir verdad, reconozco que puede parecer absurdo para ti, pero llevo años entrenando, todo con el fin de alcanzar a ser un mago de segundo grado, pero para eso debo ser capaz de recuperar la runa del conocimiento, pero, para llegar ahí al menos debería ser capaz de entablar un combate con algún mago de segundo grado -
- ¿Te refieres a ese mago de segundo grado que no puedes derrotar? -
- Si tan solo fuera un simple mago - Dice y suspira resignado.
- Hablas bastante bien de él pese a que es tu rival por vencer, sin embargo, pareces resignado a ser más débil que él -
- Es que... Es mi hermano mayor... Su nombre es Jamkas Chorster -
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El Libro De Shadows VI "Frontier"
FantasyEmpieza la búsqueda con el único objetivo de salvar a Okami. Una nueva región recientemente descubierta producto de todas las anomalías mágicas de los últimos años ha llamado el interés de Catricia. Simón quién busca desesperadamente los siete crist...