CAPITULO I

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"Conociendo al niño rebelde"

7 Años de edad.

Mis brazos se estaban cansando ya de tanto intentar abrir esa ventana. Un tirón, dos tirones, tres tirones, y no se abre.

Bien jugado papá, pero ya descubrire como abrirla.

Son las 6:58 de la mañana, y yo aca, tratando de escaparme para dibujar en las paredes de la casa de la vecina. Escuché pisadas que venían de las escaleras. Oh, oh.

Con cuidado, me bajé del armario con la escalera de libros que hice. Corrí hacia mi cama procurando no hacer ruido con mis pies descalzos. De un salto me acosté y cerré mis ojos, fingiendo estar dormida.

Mi papá entró a la habitación cinco segundos después, un nuevo record. Abrí un poco mi ojo derecho, y lo ví en un intento de encontrarme tratando de abrir la ventana. Pero no esta vez, esta vez fuí más veloz. Giró su cabeza hacia mi, por lo que cerré por completo mi ojo.

-Buen intento Mac, pero se que no estabas dormida-Me tocó la cabeza

-No, estoy dormida y estuve dormida antes de que llegaras.-Se rió

-Ya lo creo, ahora, ya levantate que tenés que ir a la escuela.-Arrugé mi nariz.

-Papá, no quiero ir a la escuela-Me tapé la cara con la manta de mi cama.

-Pero tienes que ir princesa, para hacer nuevos amigos, y aprender...-Me tocó la cabeza por encima de la manta.

-Pero no conozco a nadie, ¿y si se burlan de mi?-Destapé mis ojos para verlo.

-¿Por que se burlarian de ti? Si sos muy hermosa y buena.-Fruncí el ceño.

-Pero si ayer me dijiste que era una mocosa maleducada-Lo miré achinando los ojos.

-Pero estabas haciendo lineas en las paredes-Se rió, pero yo solo lo mire enojada.

-¡No eran lineas! Era arte, y era hermoso, ¿Sabes como le llaman a el arte y dibujos en las paredes?-Me destape por completo.

-No lo se, hija-Me acarició el pelo.

-Se llaman Graffitis, ¿Porque no puedo hacer graffitis yo?-Se rió por lo bajo.

-Porque eso es de personas...emm, rebeldes.-Lo mire confundida.

-¿Entonces Da Vinci era rebelde o que? Hacer eso es de artistas, y si hacer eso significa ser rebelde, ¡Entonces quiero ser rebelde!

-Bueno, ya niña rebelde, vestite para la escuela-Revolvió mi pelo. Yo me emocioné.

-¿Y puedo usar ese hermoso vestido azul que me compraste?-Salté de la cama todavía con mi pijama puesto.

-Seguro Macky, combina con tus ojos, ya vístete y baja-Me sonrió otra vez y bajó a la cocina.

Sonreí y corriendo fui a abrir mi armario, el cual estaba llenos de lindos vestidos de todos los colores, pero el azul era mi favorito hasta ahora.

Me saque el pijama y puse el vestido en mi cuerpo, abrí el cuarto cajon y saqué unos zapatitos negros, luego me coloqué una vinchita del mismo color, corrí al espejo y me miré.

-¡Soy una princesa artista!-Sonreí ante mi reflejo y corrí feliz hasta el piso de abajo. Me encontre a mi papa hablando por telefono de su trabajo.

-¿Y dices que si lo incluimos en la pelicula, va a ser mejor el sueldo de la pruduccion discografica?...-Me dedicó una sonrisa y siguió hablando–No, no seria gratis, tendria que pagar todo lo adicional...Si, Soy el director Kyle, creo que tengo derecho a pedirselo...Si, la despedí la semana pasada, no se esforzaba lo suficiente...Ok, chau.-Cortó el telefono y se dirigió a mi.

Artista rebeldeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora