Semifinales || Chile x Perú

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Nota aclaratoria: Tiene Lemon, un Perú pasivo pero empoderado y un Chile sometido (?), además de lenguaje violento. Pido perdón porque Miguel no me quedó muy bien; no conozco sobre modismos peruanos, espero que no sea molestia u.u

No tiene mayor ciencia esto, así que no me lo tomen muy en serio please xD

No tiene mayor ciencia esto, así que no me lo tomen muy en serio please xD

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SEMIFINALES

Manuel apagó la tele. Y lo hizo más literal de lo que haría mucho después. ¿Qué mierda había pasado?

—Weón, parece que tus chamanes funcionaron.

Miguel no lo escuchó. Seguía gritando eufórico el tercer gol y a Manuel parecía que un poco más y se le caía la cara. Y el pelo. Hasta el pito se le hubiera caído.

—¡Hoy me toca!— Gritó Miguel de pronto alzando los brazos

—¿Qué weá? ¿Qué te toca? ¿lavar la loza?

—¡Hoy me toca METÉRTELA!— Dijo con los ojos brillantes. Manuel se echó hacia atrás en el sofá.

—ah no culiao. Una cosa es que me ganes en fútbol pero otra es que me deje...—Y cae en cuenta violentamente que no está en condiciones de negociar— EL POTO NO ME LO TOCÁI' WEON

Cinco minutos después, Manuel está en la peor de las posiciones. No porque Miguel de verdad lo vaya a sodomizar, sino porque en cosa de minutos se iba a desesperar por ponerle las manos encima y comérselo entero, pero no, porque Miguel iba a jugar con el límite. Lo iba a torturar y no precisamente con volverse activo, sino con estresarlo sin dejarlo acabar ni tocar y tal vez ni siquiera gritar.

Y Manuel se moría si no lo dejaban gritar sus puteadas que tan especiales eran.

Está putamente amarrado a la cama, con las muñecas adheridas al respaldo y con la frustración evidenciándose en cada centímetro de piel. Se sacude casi con violencia y Miguel aparece por la puerta con toda la tranquilidad del mundo, porque su selección iba a jugar en la final y porque tenía la oportunidad de hacer mierda a Manuel a cachas.

—Fuiste tú el que decidió apostar, Manu—Le recuerda, echándole toda la culpa a él—. Ahora te aguantas.

—Pero weón, si yo estaba webian...— y su reniego muere ahí porque Miguel se le acaba de subir a las caderas, con esa sonrisita insoportablemente adorable (y peligrosa), los ojitos brillantes y su puta camiseta puesta, que le quedaba tiernamente grande.— No hablaba en serio...

—¿Ah, no? Qué decepción— se acomoda y el roce insistente de su pelvis con la de Manuel se le hace la primera tortura. La primera de muchas. Manuel aprieta los dientes y las manos contra las cuerdas— te confieso algo, Manu.

—Qué— pregunta, frustrado, y ya completamente agitado, y sin entonar.

—Tampoco es que quiera cambiar de roles, así que felicitaciones, sigues siendo el activo por hoy.

APLH: Si somos americanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora