Serie de oneshots y/o fanfics de este particular fandom. Distintas parejas o protagonistas.
Los personajes pertenecen todos, absolutamente, a la comunidad de LatinHetalia.
Nota preliminar: Contiene lemon, del explícito, muchos chilenismos (tal vez demasiados; narración en primera persona de Manuel), lenguaje un poco violento, referencias a la Copa América 2019.
Con este segundo oneshot dejo mi aporte al evento futbolístico de este año.
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CUESTIÓN DE HONESTIDAD
Estaba demasiado cura'o para darme cuenta de que realmente estaba más cura'o que la chucha, pero me valió pico. Igual el carrete estaba bueno, pero, y para qué voy a estar con weás, más bueno estaba el argento ese.
El copete me permite darme ciertas licencias; ciertos permisos. No es secreto para nadie que me cuesta un kilo ser más expresivo, pero ya, a la chucha, si total cura'o no vale. O eso dicen. Y bueno, aquí estoy. Tomando chela. Al frente está Martín intentando festejar su tercer lugar luego de esta Copa América. Miguel tampoco parece conforme con el segundo lugar; el único realmente feliz es Luciano. Pero así pasa con los que ganan y los que pierden, no es nada nuevo tampoco.
A mí no es que me enorgullezca tener el cuarto lugar en el continente, si nada me costaba soñar con el tricampeonato. Ya, pero de nuevo puedo ser sincero, puta que me gustó jugar con Martín de nuevo, y no porque esté pica'o con él o porque ya juguemos finales casi por deporte, sino porque puta que se veía rico el culia'o.
Evidentemente no estaba con copete en el cuerpo antes de que saliéramos a la cancha, pero a punto estaba de ir a meterme a su camarín a tirármelo; igual después no quise porque si nos pillaban iba a quedar la escoba y nadie quiere un show en una final de un evento tan grande. Así que me aguanto hasta ahora, porque quedamos todos en venir a tomar hasta quedar hechos mierda y yo creo que soy el primero en empezar a marearme.
Y bueno, si Martín se veía bonito en la cancha jugando, cuando se subía la camiseta o los shorts antes de los tiros libres o los corner, ahora se ve más rico que la chucha. Mírenlo al weón, haciéndose el lindo, acomodándose el pelo, mirándome y mordiéndose el labio. Igual andábamos más tensos que la cresta en el partido, si hasta expulsaron al Medel y al Messi y ahí quedamos. Me ganó el culia'o, pero bueno, tampoco me quejo porque siempre son ricos los partidos con el argento. En todos los rings: en la cancha, y en el de cuatro perillas. Es rico cuando me pongo detrás y se agacha a acomodarse los cordones de las zapatillas, sabe que me calienta más que la chucha con esa weá e igual lo hace; trata de desconcentrarme y lo consigue el weón.
Pero bueno, por algo quise venir a celebrar aquí. Celebrar qué, me pregunto, porque no tengo putas ganas de celebrar ni una weá. Quiero salir de aquí con el argento este y tirármelo.
Sé que no tengo mucho glamour cuando me curo, pero ya, filo, tampoco importa demasiado porque también sé que Martín siempre me va a tener ganas y más cuando me pongo cariñoso. Si igual lo echo de menos al culia'o, así que con el permiso de don Sebastián Artigas, alias "República Oriental del Uruguay" me llevo a su primo a mi pieza. Que se entretenga con Daniel aunque sea por dos horas. O cuatro, o seis. A este argento lo voy a dejar seco, lo juro como que me llamo Manuel González.
