Larga vida a la reina U.C.A#3

Capítulo 6: Genevieve, reina de las brujas

Pov. Omnisciente.

La cabeza de Bree cayó hacia un lado, inconsciente.

—Sí esto sale mal, te vas con ella. —Aviso Kate con miedo en el fondo de su mente.

—Funcionará.

Bree se agitó como si estuviera teniendo un ataque epiléptico. Unos segundos después se enderezó con una sonrisa macabra. Esa no era Bree.

—¿Quién me ha convocado?

—Nadie se atreva a decir su nombre. —Advirtió rápidamente Genevieve. "Bree" sonrió sarcásticamente. —No es mi primer rodeo. Ahora, yo que te convocado, exijo que no digas todo lo que sabes.

—¿Sobre qué, cariño?

—Sabes sobre qué. No me hagas perder tiempo.

—Bien. —Respondió de mala gana. —Desde la creación ha acechado a los humanos, ha tenido cientos de acercamientos. Cientos de leyendas. Y en seis semanas ustedes estarán muertos. Todos ustedes. Mil teorías… —Un hilo de sangre empezó a caer de su nariz y rápidamente se hizo abundante.

—Hey. —Interrumpió Kate.  

—Aún tenemos tiempo. —Insistió Genevieve.

—Solo hay una forma de detenerlo. Y es la muerte en sí misma. La única forma de detenerlo es… —Se vio cortada por una tos en la cual escupió sangre. Sonrió con el rojo tiñendo sus dientes. —Se acabó el tiempo.

—Antídoto. Ahora. —Gritó Kate.

—Necesitamos más. —Contestó Genevieve de igual forma.

Sin preguntar, el líquido ya había sido deslizado por la garganta de Bree. Unos pocos segundos después tosió recobrando el conocimiento.

Pov. Bree.

Intenté enfocar mi vista.

—Gracias. —Le dije a Alaia que estaba a mi lado con el frasco vacío. Sonrió y asintió.

—Vuelve a hacer algo así y tendrán que recoger. —Amenazó Kate.

—Hey. Yo estoy bien.

—Ella…

—Kate. —La interrumpí gritando. Le señale con la cabeza la puerta. Salió enfadada y yo después de ella. Aún estaba un poco mareada. — Tienes que tranquilizarte.

—No podemos confiar en ellos. —Dijo señalando la habitación.

—Tenemos que.

—No. No podemos. Son una bruja, un vampiro y una sirena, no son confiables.

—Ni en la cazadora, ni en la licántropa. Sin embargo, si tuviera que entregarle mi reino a alguien. Sería a tí. Sin pensarlo dos veces.

(...)

—Traje más. —Dijo Genevieve entrando a la sala. Empezó a desdoblar lo que parecía un pequeño papel de no más de cinco centímetros cuadrados. Pero lo desdobló hasta que eran unos 40 centímetros cuadrados. Luego lo levantó y dejó caer con fuerza. Este tomo volumen y dejó debajo de sí otros 5 libros. Cada quien tomó uno. —Estoy feliz de que estés bien. —Me dijo poniéndose a mi lado. Le sonreí. Empecé a leer.

—Encontré algo. —Dijo James. —Es poco. Solo habla sobre las costumbres de esa comunidad. En América del sur. Podría ser algo.  

—Deberíamos ir.

—Yo puedo. —Sugirió Gen.

—No, iré yo. —Respondió a la defensiva Kate.

—No confío en ti.