Los lobos llegaron. A los segundos también lo hicieron los cazadores. Peleamos unos minutos intentando alejarlos de los niños, pero eran demasiados y ni Gen ni Alaia sabían pelear sin sus poderes.
-Tenemos que sacarlos de aquí. -Grité mientras clavaba un cuchillo en la espalda de un cazador. Afortunadamente solo tenía que pelear con ellos ya que los lobos parecían ignorarme.
-Estoy un poco ocupado aquí. -Me respondió James que estaba forcejeando con un lobo.
-Déjame llevarlos. -Me miró unos segundos. Volvió a centrarse en la batalla.
-Protegelos.
-Con mí vida. -Le aseguré. Me dio un pequeño asentamiento. Tomé a los niños, alzandolos. Corrí alejándome de la batalla. Escuché algunos pasos seguirme. Una vez lo suficientemente lejos dejé a los niños en el suelo. Pisando fuerte hice una especie de carpa de piedra. Me costó mucho ya que mis poderes estaban afectados.
-Escuchen, Helena y William ¿Verdad?-Ambos niños asintieron asustados. -Todo va a estar bien. Un poco oscuro, pero terminará pronto. Lo juro. -Volvieron a asentir. Con mucho esfuerzo logré cerrar la "carpa". Escuché a los cazadores acercarse. Fue muy difícil. Lo más cerca a mí transformación que pude llegar fue sacar mis garras y colmillos. Luego de quién sabe cuánto, finalmente había ganado. Me agaché, poniendo mis manos en el piso ya que estaba muy agotada. James llegó corriendo seguido de Alaia y Genevieve que cargaban a Kate. Los cuatros estaban cubiertos de sangre.
-¿Dónde están? ¿Dónde están? -Pregunto James verdaderamente asustado.
-Están bien. -Dije haciendo un movimiento con mí mano, logrando que la piedra baje, mientras me acercaba a Kate. James corrió a abrazar a sus hijos.
-Estoy tan feliz de que estén bien. Estaba tan preocupado.
Toque los hombros de Kate, notando una herida sangrante en su costado. Era una mordida. La sane mientras me debilitaba. Dejé escapar un pequeño quejido.
-¿Ustedes están bien? -Les pregunté a las otras reinas.
-Sí, ella nos protegió. -Asentí.
-Gracias. -Susurró Kate. Le sonreí suavemente.
-¿Cómo están? -Pregunte acercándome a James.
-Están bien. Solo unos raspones. -Note algunas heridas en sus brazos. Puse una mano en el hombro de cada uno y los sane.
-Ahora mejor. -Dije guiñandoles un ojo y sonriendo.
-No puedes seguir haciendo eso. -Dijo Kate con la cabeza baja.
-Claro que sí. No es nada.
-Sabes que no es lo mismo que cuando te alimentabas. Y esto solo va a generar más hambre.
-Estoy bien. Lo tengo bajo control.
-No me preocupa que cedas al hambre. Me preocupa que pasa si no lo haces.
-Soy una mujer adulta. Sé cuidar de mí misma.
-Sí, a veces. -Dijo dudosa.
(...)
Juntar los cuerpos sola y tan débil fue muy difícil. Al haber terminado me desplome en el suelo.-Hey. -Dijo Kate sentandose a mí lado. -Hay... Hay muchos cuerpos de cazadores. Deberías... Sería una pena desperdiciarlos.
-¿Estás segura? ¿No sería profanación, o algo así?
-No para los cazadores. Creemos en el honor de morir en batalla. Y nuestro cuerpo no es absolutamente nada después de eso.dd. Dijo mirando el suelo. - Además estás débil. No daña a nadie.
- Gracias. - Susurré para después pararme y transformarme.
Y, Dios, que bien que sabía la carne de cazador.
(...)-¿Cómo estás? -Escuché la voz de Jesse en mí cabeza.
-Estoy bien. Estamos bien.
-No mientas.
-Hablo en serio.
-No lo haces.
-Estoy bien. De veras. No fue nada.
-Te extraño. -Sonreí. Tomé el brazo de Kate.
-Avísame si nos movemos. -Kate asintió. Me metí en la cabeza de Jesse. Matt estaba revisando en la cama leyendoles un cuento a los niños. Era una imagen muy tierna.
-Te extrañan.
-Yo también. ¿Dónde está Isaac?
Ví a Jesse caminar a través de sus ojos. Isaac estaba dormido en un sillón.
-Estuvo todo el día hablando con lobos. Al no estar tú, tus obligaciones se delegan al Rey.
-¿Y qué hay de ti?
-Estoy bien. No es muy divertido estar encerrado.
-Voy a resolverlo, ¿sí?
-Lo sé. Tu puedes con esto. -Sonreí.
-Siempre que tú creas en mí, puedo parar un asteroide con mis manos. -Sentí su sonrisa.
(...)
Me encontraba sentada afuera de la ciudad mirando las estrellas en mí forma de lobo. Alaia se sentó a mí lado.-Hemos sido un poco inútiles. -La miré. -Hablo de mí y de Genevieve, no somos precisamente útiles sin nuestros poderes. -Negué con mí cabeza. -Si no es mucho pedir, me gustaría que me enseñes, al menos lo básico. -Baje mi cabeza en señal de aceptación. La sirena sonrió. Me paré. Le hice una seña para que se subiera a mí lomo, y ella asintió con gusto. Corrí a paso tranquilo a la ciudad de los vampiros. Me encontré con Kate. Luego de que Alaia se bajara, me transforme y la cazadora me dio una manta.
-Gracias. -Dije envolviendome en ella.
(...)
-¿Crees que esta cena sea buena idea? -Preguntó Kate poniéndose brillo labial.
-Por supuesto que sí. Sin ofender, pero aunque seas una increíble líder, soy mejor en las relaciones públicas. Establecer un plan y alianza sólida, vale perder un par de horas. Además, el vino siempre puede afirmar una amistad. -Le expliqué acercándome por detrás y poniéndole un collar que quedaba perfecto con su traje.
-Eres afortunada de que confíe en ti. -Le sonreí. Sentí a Jesse entrar en mí cabeza. Controlo mi cuerpo para tomar un labial rojo, del tono de mi vestido, y me lo aplicó en los labios. Con el tiempo, aprendimos a dejar que el otro use nuestro cuerpo y mente como si fuera una. Y sinceramente, a veces era relajados tener o que alguien más tenga el control.
HOLAAA. Ya sé que estuve desaparecida pero estuve con banda de pruebas (que todavía siguen) pero prometo que unas 3 semanas voy a publicar más seguido.
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Larga vida a la reina U.C.A#3
FantasyUna nueva amenaza llevará a Bree a aliarse con otras especies para lograr sobrevivir. -Todo sea por la familia -Todo sea por los que amamos. Tercera parte de Una chica alpha