Hospital de enfermedades mentales

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Esplendor, brillo de madre,
 es todo lo que anhele, sacarme de este pozo sin fondo ahora será posible,
un nuevo mentor ha llegado,
uno que nunca tuve,
recuerdos vienen a mi mente,
aquella noche en la que pinte el piso de un rojo carmesí,
hice una abertura en el tubo de la vida,
escuchando ruidos de dolor, dañe el producto,
ya estaba en antigüedad,
deje que mi voz hablara,
 la actuación esa noche finalizo,
mi interior se llenó de gozo,
 bailaba sin parar entre cosmos,
hermosos paisaje pintado en la habitación,
 digno de un arte inatendible,
sensible a los ojos de las personas que lo observaron en vivo.
Por los actos cometidos aquella noche,
hoy vivo mi propio infierno,
¡Oh milagro!,
ya llego el doctor, pero no sé si este listo para jugar.

Después de DiciembreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora