Cap. 27 Y después...

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El luz del sol iluminaba el cuarto en el que los dos chicos se encontraban, el olor a pan fue lo que despertó al rizado que ya estaba acostumbrado.

El rizado dió un pequeño bostezo, entonces vió a su lado, allí se encontraba su novio, el chico con el que pasó la mejor noche de todas. Su brazo estaba un poco entumecido porque la cabeza de Temo estuvo encima de él, pero no le importaba, le parecía tierno, solo movió su brazo para acomodarlo y darle piojito mientras volteaba a verlo a su rostro, era hermoso durmiendo, ese fue su pensamiento.

Pasaron algunos minutos en lo que el rizado lo admiraba, su cabello un poco desordenado, su piel blanca, unos pequeños granitos producto de la adolescencia, y luego miraba su cuerpo, pues todavía estaban los dos desnudos, su piel era más blanca que la suya, Temo estaba en forma, aunque no marcado como el rizado y eso le gustaba.

El rizado entonces delicadamente  con su otra mano, tocaba la piel de su novio, no quería despertarlo, y al tacto, se percató que su piel era suave, le gustaba la sensación, tocó sus brazo para después pasar por su pecho.

Poco a poco el rizado solo abrazó al castaño con todo su cuerpo, no quería soltarlo, anhelaba que ese momento se congelara y estar así, con una mano abrazándolo y la otra tocando su cabello, entonces sintió un pequeño movimiento, Temo estaba despertando.

El castaño abría lentamente sus ojos, sentía su cuerpo pegado a otro, así que levantó la vista y vió a su Ari abrazándolo fuertemente, estaba feliz de despertar de esa forma, en su mente pensaba despertar todos los días así sería lo más bonito del mundo.

Lentamente el rizado acercó su rostro al del castaño, y el otro por inercia también lo hizo, para darse un beso tierno y suave, uno de "Buenos Días".

-Buenos días Ari - dijo el castaño al terminar el beso.

-Buenos días Temo - le devolvió el saludo el rizado.

Al acabar el saludo se dieron otro beso, pero éste fue con una mayor intensidad, el castaño tocaba el cabello de Aris, siempre le fascinó su cabello, a veces pensaba que si tenían un hijo, este debería tener el cabello rizado como su padre.

El rizado con sus manos tocaba el cuerpo del castaño, tocando al inicio su espalda, para después bajar más sus manos, tomando su tiempo en recordar cada pequeño detalle.

Temo continuaba con el beso, su cuerpo ya estaba piel con piel con el del rizado, y sentía como las manos del rizado empezaban a tocar sus caderas, y que seguían bajando, hasta llegar a su trasero. Temo sintió un movimiento en la entrepierna del rizado, entonces recordó que todavía estaban desnudos, entonces Temo se retiró se ese beso.

-Ari, no podemos - dijo Temo.

-Temo, lo siento, fue el momento.

-No es eso, hoy llega mi Papancho, si no estoy en casa de Susana, preguntará que donde estoy, y si sabe que pasamos la noche juntos... - dijo Temo mientras poco a poco se separaba del rizado.

-No manches... Pancho no me perdonará - decía el rizado mientras su erección bajaba.

-Me tienes que ayudar a limpiar, mi cama esta toda sucia, las sábanas, tenemos que bañarnos.

-Podemos bañarnos juntos para ahorrar tiempo - dijo el rizado con una sonrisa.

-No estoy bromeando Ari, me voy a bañar primero, tú recoge la sábana y ponla en la lavadora.

-Está bien, entonces ve - dijo el rizado, pero el castaño no se movía de su lugar - que pasa? Quieres que me bañe primero?

-No es eso, es que no encuentro mi bóxer - dijo el castaño sonrojado ante tal situación.

-Mira - señaló después de mirar por la habitación - esta anotación la esquina, ve.

-Podrías voltear Ari? - dijo el castaño.

-Por qué? Ya nos vimos todo completo - el rizado dijo mientras recordaba los detalles del cuerpo de su novio.

-Lo sé, pero hazlo porfa - pidió el castaño.

-Está bien - Ari se tapó los ojos con sus manos en señal de que no estaba viendo - Ahora puedes ir.

-Gracias - el castaño bajó de la cama, para recoger y ponerse su bóxer, al mismo tiempo que recogía una toalla para ir a bañarse, en cambio el rizado abrió un poco sus manos para permitirse mirar, viendo a Temo caminar completamente desnudo a recoger su bóxer y después la toalla, como le fascinaba su cuerpo, que hizo que su miembro despertara un poco cuando su novio salió por la puerta.

El rizado también se puso bóxer, recogió las sábanas que estaban manchadas, entonces fue a ponerlas a la lavadora, como dijo Temo, para borrar las evidencias.

Mientras Temo se estaba bañando, se dió cuenta de un pequeño dolor en su parte trasero, más que dolor era una molestia, producto de la anterior noche, aparte de que quedaban pequeños rastros de semen allí, recordó la noche pasada, todo fue perfecto, cada roce, cada caricia, cada beso, cada sensación que se hicieron ambos para dar placer al otro, tanto así que su miembro crecía poco así poco, no podía hacer nada ahora,  así que sólo se enfocó en bañarse, ya después podrían volver a repetirlo Aris y él.

Al salir del baño fue a su cuarto para ponerse su ropa, mientras se cambiaba, su Ari entró con solo un bóxer, así que pudo admirar su cuerpo bien trabajado y que solo una prenda tapaba lo que la noche anterior le dió tanto placer.

-Qué pasa Temo? - Dijo el rizado acercándose a él - Quieres otra ronda?

-N...No, vete a bañar - Temo le dió una toalla al rizado - después te paso tu ropa.

-Lo que digas - le dijo el rizado - pero antes - le dió un beso rápido a Temo para luego irse a bañar.

Temo pensaba que no podría tener mejor novio que Ari.

Horas Después

-Hola Papancho, Hola Susana - dijo Temo junto a su familia al ver entrar a ambos a la sala de la casa.

-Hola familia, ya volvimos - decía Pancho.

Toda la familia se abrazó, después de comer y hablar de él viaje, las cosas que pasaban en Oaxaca y demás.

Al final, ninguno preguntó por Temo, y él estaba agradecido que nadie preguntara por él, pues esa noche solo sería de Aristemo.

Solo un beso (Aristemo)Where stories live. Discover now