Aliyah Spellman tenía una vida bastante normal para ser hija de una bruja y un hechicero. Tenía buenos amigos y una vida escolar admirable, pero su vida dió un vuelco cuando sus padres le notificaron que tenía que dejar el pueblo e irse a la casa de...
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La misma noche que volvieron del cine un murciélago entro en el cuarto de las primas Spellman's rompiendo la ventana. Murcielago que luego Sabrina mató con un gran libro
—Buenos días tías — saludaron ambas al unísono — Ambrose
Aliyah y Sabrina se miraron para luego reír
Sabrina les comento sobre el incidente sucedió con el murciélago esa noche a sus tías y les pregunto si podía enterrar al animal en el cementerio de animales
—Debo irme — Aliyah se levantó de la mesa y acomodo su ropa
—Pero todavía es temprano — Sabrina se volteo el su silla para verla
—Tengo que terminar un trabajo en la biblioteca. Nos vemos en la escuela ¿si?. Adiós a todos
Aliyah tomo sus cosas y salió de la casa
La verdad es que no tenía ningún trabajo que terminar, y si lo tenía no le daba importancia. De todas formas dentro de unos días no volvería a pisar esa escuela. De hecho le parecía ridículo que sus padres decidan que asista solo unos cortos días
Lo que Aliyah iba a hacer en verdad era llamar a un espíritu que se ofrezca como familiar, ya que Sabrina no podía ponerse de acuerdo
Cuando llegó a la conclusión de que nadie se presentaría, decidió irse a la escuela
Sabrina, por otro lado intento lo mismo, está vez si hubo una aparición, pero no de alguien ofreciéndose como familiar, si no de las hermanas extrañas
—Bueno, bueno... ¿debemos asumir que te transferiras a las Academia de las Artes Oscuras? — le pregunto Prudence
—Ese es el plan
—Que desgracia, verás, no queremos mestizas en la academia
—¿A quien llamas mestiza exactamente? — la desafío Sabrina mirándola fijo
—¿No es lo que eres? ¿Mitad bruja, mitad mortal?. Quédate con los de tu clase, no quieres que te pase lo mismo que a tus padres ¿o si?
—¿Que acabas de decir? — Cuestionó Sabrina
—El accidente que se cobró sus vidas... — comenzó Dorcas
—Sería algo trágico que te pasara algo similar — continuo Agatha
—No voy a dejar que me atormenten ni me acosen. No en el bosque, ni en la academia
—Claro ¿A caso tu prima Aliyah te defenderá? — las hermanas se miraron entre ellas y comenzaron a decir al unísono un conjuro en latín
— ¿Qué hacen?— les pregunto la rubia mirandolas — ¿Me están maldiciendo?
Prudence, Agatha y Dorcas continuaron maldiciendo a Sabrina hasta que desaparecieron, así que Sabrina no lo dudo ni un segundo y comenzó a correr hacia la escuela
