Aliyah Spellman tenía una vida bastante normal para ser hija de una bruja y un hechicero. Tenía buenos amigos y una vida escolar admirable, pero su vida dió un vuelco cuando sus padres le notificaron que tenía que dejar el pueblo e irse a la casa de...
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—¿Cómo hiciste eso? — le pregunto Sabrina a su prima cuando salieron de su casa
—No lo se, solo...¿Pasó? — Sabrina rio y paso un brazo sobre los hombros de su prima
—Pense que te había perdido, Al — le dijo Sabrina en un susurro
—Si...No quiero hablar más del tema ¿si? Esto solo tiene que quedar entre la tía Hilda, Ambrose, tu, Nick y yo
—Si. Nosotros, Nick y Harvey — Aliyah se detuvo y miró a Sabrina
—Sabrina no me digas que...
—¿Cree que estás muerta? Creo que sí, no lo sé
—'Brina! ¿Cómo es que lo sabe?
—Fue a la Iglesia de la Noche a ayudar y me encontró a mi y a ti muerta. Pero....
—¿Y ahora que haré? ¿Cómo haré para aparecer frente a el ahora? Entrara en pánico!
—No Aliyah, el seguro lo entenderá. Vio cuando sane a Ambrose y como me desperté por mí misma. Tal vez no sea tan malo
—Tendre que ir a verlo...hablaré con él en la escuela
—No irá a la escuela, Aliyah. No si cree que estás...bueno
—Entonces tendré que ir a su casa — Aliyah suspiró y tiro su cabeza hacía atrás — te veo en la escuela, iré a verlo
🔮🔮
Aliyah toco la puerta de la casa de Harvey y comenzó a jugar con sus manos de los nervios, mientras se preguntaba que pasaría cuando la viera
¿Se espantaría y le cerraría la puerta en la cara?
¿Pensaría que es un fantasma?
¿Se quedaría quieto en el lugar o...? La puerta de la casa se abrió dejando ver al señor Kinkle
—Ah, eres... Aliyah ¿Cierto?
—Así es señor Kinkle ¿Está Harvey?
—Si, está en su habitación. No fue a la escuela por qué dijo sentirse mal. ¿Tu sabes que le pasó?
—No, tengo idea señor Kinkle. Por eso vine a verlo
—Oh, está bien. Puedes pasar — Aliyah se adentro a la casa y se dirigió a la habitación de Harvey. Dió 3 toques en la puerta y entró cuando escucho el "Quiero estar solo, papá"
Al entrar vio a Harvey dibujar en su escritorio. Se acercó con cautela
—Papá, te dije que quiero estar solo — la pelirroja se siguió acercando despacio y posó ambas manos en los hombros de Harvey
—¿Debo irme igual? — pregunto y pudo sentir como Harvey se tensaba — solo pasaba para...
El castaño dió un salto hacía atrás cuando pareció reaccionar
