Mil voces en el silencio

Me voy para no regresar

Perdida en una piel que no es mía
te veo pasear por el diván,
qué castigo de la vida
y qué dulce casualidad.

Encontrarte fue un milagro
¿pero a quién se lo habría de atribuir?
Si hasta mi propio cielo,
hace tiempo ha tenido que partir.

Te deseo en mis noches,
te deseo sin cesar...
Pero no puedo, no me corresponde
pedirte regresar.

Siquiera sé si lo que digo hoy
es realmente una verdad absoluta,
no estoy segura, no sé qué siento
imaginarme sintiendo, es lo que más me asusta.

Este no es mi corazón
en verdad nunca me ha pertenecido,
es tuyo desde hace tiempo
me lo robaste, lo he perdido.

Por favor, no te ofendas
por lo que hoy vengo a decir
ya me voy, tengo prisa
es mi hora de partir.

Si me voy hoy es porque no puedo regresar
pero aún así, no me voy a disculpar.
Si jamás ha sido mía esta vida,
¿cómo me la habrías de robar?

Te hice un favor al esconderte,
mis sentimientos del amar.

Nos conocimos cuando no nos era permitido
siquiera imaginar.
No existe vida en esta vida,
en la que te pueda volver a encontrar.

Por favor, no te ofendas
por lo que hoy vengo a decir,
ya me voy, tengo prisa
es mi hora de partir.

Te quiero y así siempre ha sido
pero no puedo siquiera,
quedarme hasta el final.