"Feliz Navidad". (A)

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18 de Diciembre de 2012

- Cariño, date prisa o llegarás tarde, que es el último día de cole. - La madre de Amaia advertía a la menor por tercera vez para que ésta se levantase.

- SIIIIII. - La morena se alzó de un brinco de la cama y convenzó a vestirse. Como era el último día, eligió su sudadera favorita. Amarilla oscura y una sombra de una flor dibujada en el centro. Se puso sus vaqueros y las converse amarillas que mejor le combinaban. En ese momento estaban muy de moda y las mayores las llevaban, así que ella también.

La pequeña se hizo una coleta y se puso tres ganchitos. Siempre le quedaba algún pelo rebelde despeinado. Bajó corriendo las escaleras de su casa y se sentó delante del bol de cereales.

- Vaya, hoy sí que te ha cundido... - El padre rió, y con él, su hija.

- Es que hoy estoy contenta porque es el último día de cole y por fin voy a despedirme de la tonta de Miriam.

- Amaia, no insultes que eso está muy feo. Además que su padre es muy buen amigo mío. - El padre frunció el ceño y la menor resopló.

- Perdón... - Continuó desayunando hasta acabar. Cogió su mochila y fue al colegio con su padre.

Mientras iba en el coche, la pamplonesa no dejaba de darle vueltas a su odio por Miriam. Realmente, no le había hecho nada. Bueno sí, robarle a sus amigos. Y besarle. Aunque de eso ya hacía algunos años... Pero el recuerdo seguía.

- Papá.

- Dime, hija.

- ¿Qué pasa cuando... dos chicas se besan? - Amaia miró a su padre, que pegó un frenazo por la inesperada pregunta que acababa de hacerle.

- ¿Dónde has visto eso?

- En.... la tele. - no se atrevió a decir la verdad, pues no sabía si iba a reaccionar bien o mal. Sabía que su hermana tenía novia, pero no sabía si sus padres eran conocedores de eso. Y si Amaia descubría que en un futuro le gustaba las chicas, no soportaría una mala opinión por parte de su padre.

- Bueno... No pasa nada. Pero a ellas se les llaman l-

- Lesbianas, lo sé, no soy idiota. - La miró. Su pequeña ya se había hecho mayor, y sabía más de lo que pensaba. - Lo que no sé es... Si tú lo ves bien. Hay gente que le parece "antinatural" o algo así, lo escuché decir a unos mayores. Además la Iglesia dice que es pecado.

El padre sonrió tiernamente. - Me gusta más que las chicas se besen con chicos, pero cada uno es libre. Que nadie te haga creer lo contrario, ¿vale?

La pequeña sonrió y le dio un beso en la mejilla. Seguidamente bajó del coche y entró en el colegio.

Después de esperar siete minutos a la llegada de la profesora, Amaia fue a su sitio y se sentó. Este curso la habían sentado en última fila, algo que no le gustaba nada, ya que andaba un poco perdida y atrás del todo no se enteraba de nada. Aunque poco le importaba el sitio a la pamplonesa, porque, sí. La habían vuelto a sentar junto a Miriam. Su archienemiga. Su peor pesadilla. Y la compañera anterior a ella en la lista de clase. Y era por eso que casi siempre estaban sentadas juntas.

Las profesoras tenían la esperanza de que al estar tanto tiempo juntas, acabasen llevándose bien, cómo pasó con Aitana y Nerea. Eran más amigas que nunca, siempre estaban juntas. Para su desgracia, eso no pasó con la gallega y la pamplonesa.

Amaia, al ver que la mesa de al lado seguía vacía, esbozó una sonrisa. Esa felicidad le duró poco, enseguida frunció el ceño cuando vio a la de rizos entrar. Llevaba un suéter amarillo con un peto negro largo. La pequeña se quedó mirándola y observando cómo se disculpaba por llegar tarde y como se sentaba a su lado.
La gallega, al darse cuenta de su mirada clavada en ella, volteó la cabeza para mirarle.

Mundos Paralelos. (Ifridge//Amiriam//Ragoney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora