Cartas de guerra

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13 de mayo de 1940

Marelyn despertó en su habitación con un horrible dolor de cabeza, con nauseas y con el rostro dolorido. A la cabez de Marelyn llegaban recuerdos fugaces de lo ocurrido la noche anterior, cada recuerdo era como un puñal en la cabeza y otro en el corazón. Su cabeza le dolía tanto que Marelyn comenzo a gritar y a llorar, las gemelas y la madre de Marelyn fueron las primeras en aprecerse en su habitación.

-Marelyn, cariño, ¿qué te pasa?

-Mamá, Marelyn tiene la fiebre muy alta.

-¡Señorita Dönker! ¡Señorita Dönker! Avise a un médico. Marelyn, Marelyn no te duermas, no te...

14 de mayo de 1940

-Señorita van Hottën, señorita van Hottën, ¿puede oirme?

-Señor... ¿Señor Keller? ¿Qué... Qué hace usted aquí?

-Verá señorita Marelyn ha sufrido un golpe muy fuerte cuando cayó por las escaleras, y de ahí todos sus males... Los médico modernos de Europa lo llaman ematoma cerebral leve. Por suerte para usted mañan podrá partir a esas vacaciones anticipadas que sus padres la han encomendado, pero hoy ha de mantener reposo absoluto.

Una vez el doctor la dijo eso y se fue, pero la dejó con dudas. ¿Cuándo se había caído por las escaleras? ¿Cuánto tiempo llevaba dormida?

Poco tiempo después entraron sus hermanas y le dieron un sobre. Ambas digeron a la vez:

-Es de Eduard hoy es su cumpleaños, y nos ha dico que te diéramos esto.

Marelyn pidió a sus hermanas que se fueran, y entonces vió que Eduard la regalaba una carta, Marelyn abrió el sobre y comenzó a leer....

~Para mi niña de ojos azules de Eduard:
La carta que tanto miedo teníamos de que llegase a llegado, y no trae buenas noticias, en dos semanas partiré y participaré en la guerra como soldado.
Se que esto no será facil, pero no podemos hacer nada. Lucharé por ti y por mi familia, para que los nazis no acaben con nuestro pueblo .
Hoy en el día de mi cumpleaños no quiero más regalo que el hecho de que no llores cuando leas esto y sepas que estoy lejos, ya que no hay motivos para llorar, nuestro amor ha sido, es y será eterno.
Te quiero, Eduard.~
Lágrimas, lágrimas con nombre y apellido brotaron de los ojos de Marelyn, llorar cansa, con lo que Marelyn se quedó dormida abrazando la carta muy muy fuerte contra su pecho.
Hasta que su sueño fue bruscamente interrumpido por el ruido de las alarmeas de las bombas, Marelyn fue a despertar a sus hermanos, cuando una bomba impactó en la casa.

Lágrimas de unos ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora