Capitulo 14. Pintores

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—No queda pintura!!— grito sentandome en el suelo

—¿no?— dice entrando.

—jajajajajaja— me Rio cogiendo la brocha y pintandole la cara de un color turquesa. — te lo creistes.

—Bry!!— lloriquea.

Ahí comenzamos una Guerra de pintura que acaba con todos los plasticos que habiamos puesto en El suelo llenos de pintura turquesa.

Hemos decidido pintar El despacho de Aedus que ahora se va a convertir en la habitación de nuestros bebés.

Tambien hemos tenido un pequeño dilema con El color de la habitación, Porque El queria  pintarla media de color Rosa y la otra media Azul y yo queria pintarla de color Azul turquesa.

Supongo que sabeis quien ha acabado ganando.

Tambien digo que tubimos in poquito de ayuda de Las abuelas, que obviamente tubieron cabeza y eligieron El color bonito.

Miro el techo, aun de color Blanco.

—¿Seremos Buenos Padres?— pregunta Aedus centrando Toda su atención en mi.

—No lo se. — me encojo de hombros. — pero creo que si. Fijate por Todo lo que hemos pasado, creo que nuestros hijos van ha ser muy felices.

—¿tu crees?— eleva una ceja acercandose a mi

—De verdad lo creo— sonrio.

Deposita varios besos en mis mejillas para acabar en mis labios.

Adoro estos momentos.

Desde que me beso en la feria, hemos seguido haciendolo. No a todas horas obviamente, pero en algún momento se nos escapan algunos besos.

No tenemos estiqueta.

Pero igualmente esta situación me preocupa.

No Porque no me guste, sino Porque me gusta demasiado.

—Quiero que nazcan ya— dice posando su mano en mi tripa.

—Aun quedan varios meses—me rio— pero yo tambien quiero que nazcan ya. Estoy de los mareos y Las nauseas hasta Las narices.

—Y lo antojos.

—Mira, los antojos me gustan— me rio.—  hacen que hagas deporte, y que aprendas a despertarte a Las tres de la mañana.

—Pues a mi no me gustan— se queja. —Bueno, por ti lo hago— besa mi mejilla.

Me sonrojo.

Putas hormonas.

Mas bien eres tu beibi

Shhh ellos no lo saben.

— venga, ves a ducharte y quitarte la pintura y mientras yo hago la comida— digo levantandome con complicaciones.

—De jamon y queso— puntualiza.

—Que bien me conoces— me Rio.

Esta Claro que sabe que voy a llamar Al telepizza para que nos traigan una pizza familiar de jamon y queso.

Hago eso y me siento en El sofá a la espera de que Aedus acabe y yo pueda ducharme.

—Ya estoy!!— grita saliendo de la ducha.

Sale Al salon con solo una toalla rodeando su cintura.

Aghhhhh esta mas bueno que El pan.

—Me estás goteando El suelo— me quejo fingidamente

En verdad me está alegrando la vista.

—Bababababbaba tonterias— se rie.

Me levanto del sofa y me paro a su lado.

—Si Cuando venga El pizzero le abres asi serás mi heroe.— me Rio dandole una palmada en El pecho.

—apuntado.— me guiña un ojo.

Me meto en la ducha y observo mi barriga en El espejo.

Ya se me nota bastante y eso me pone Feliz. Saber que tengo dos vidas en mi interior me hace sentirme Viva y necesaria.

Dejo caer El agua caliente sobre mi cabeza.

"Podriamos reclamar El trono los dos"

"Eso significa casarse y hacerlo con una persona a la que no amas siempre causa dolor"

Me arrepiento de lo que le respondi aquel dia.

En ese momento no pensaba que El Diablo que tenia en mi mente pudiera convertirse en El angel con El que convivo.

Paso de hacerme la vida in infierno, o eso pensaba, a cuidarme Como si le fuera la vida en ello.

Ahora, si que aceptaria El trono.

Ahora si que aceptaria casarme con El.

Salgo de la ducha y voy a la habitación a ponerme la ropa mas comoda que encuentre.

Acabo con unos buzos de adidas y una camiseta basica de manga corta.

Oigo ruidos por fuera de la habitación por lo que supongo que El pizzero ya ha llegado.

Salgo tranquilamente con la toalla colgando de mi Brazo y con El pelo echo un desastre.

Oigo un fuerte estruendo en El salon que me hace salir corriendo a ver que narices pasa.

—Que cojones!— grio corriendo hasta Las dos personas que se pegan puñetazos.— Aedus! Para! Joder.— digo intentando selararlos. —Dereck! Que haces aqui!— chillo empijandolo.

Me quedo entre los dos apoyando mis manos en sus pechos.

—¡¿Que cojones hace El en tu piso?!— chilla Dereck con la respiración ajitada.

—¿Que haces aqui?— vuelvo a preguntar.

Ahora lo Miro directamente y me quedo de espaldas a Aedus.

—¿estás embarazada?— pregunta fijando su vista en mi barriga.

—Responde mi pregunta joder.

—hemos venido de excursión con El equipo de futbol y pensé.... ¿De verdad estás embarazada? O solo es comida?

—Te lo contaré Todo si no dices nada— digo notandome Las manos sudorosas. — y ¿Porque os estabais pegando? Joder.

—Pensaba que habia venido ha hacerte algo— dice Dereck.

—¡Vivo aqui!— Grita Aedus por encima de mi cabeza.

Lo Miro asesinandolo con la mirada.

—¿Como?— eleva Las cejas.

¿Habia mencionado que Aedus se ha puesto unos pantalones cortos y sigue yendo sin camiseta?

—Sientate y te lo cuento.

Antes de que podamos comenzar a hablar El timbre resuena por toda la casa.

Aedus se apresura a abrir la puerta y coger la pizza.

—Prometeme que no diras nada— digo sentandome a su lado. —¿Quieres pizza?— ofrezco.

Asiente.

—Vale, prometeme que no dirás nada.

—Pero...

—No, Dereck, nada de peros.

—Vale, no diré nada.

—Vale. — me aclaro la garganta. —¿Te acuerdas que siempre te he dicho que no te emborraches hasta tal punto de no saber lo que haces?— asiente confundido.— Pues yo no sigo mis propios consejos.— me rio visiblemente tensa.

Durmiendo con el diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora