Capitulo 1.El Diablo.

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Hardin's POV

Aparco El coche delante del edificio Donde vive Aedus.

Estupido, Estupido, y Estupido son Las palabras que lo definen.

Odio esta situación.

Llamo Al Timbre y pasan unos segundos hasta que Aedus contesta atraves del telefonillo.

—¿quien?— dice con voz ronca y dormida.

—Hardin— digo.

Unos segundos después la puerta se abre dejandome subir a su piso.

Llamo Al Timbre y me recibe en calzoncillos. Vomitaria ahora mismo.

—¿has pasado Buena noche?— pregunto entrando en su casa en busca de la cartera y Las llaves de Bry.

—No recuerdo nada de mi noche— bosteza— llevaba una borrachera.... Me he clavado estas llaves esta mañana y olia a Colonia, lo que supongo que me habré tirado a una tia y ha uido anyes de que me despertara.

Ruedo los ojos cojiendo esas llaves.

Entro en su habitación y levanto Las sabanas en busca de la cartera de Bry. Pero Ni rastro.

—Aed, ¿no recuerdas absolutamente nada?— grita un sonoro No— si te cuento una cosa me prometes no contarsela a nadie?

—Claro... ¿que haces con mis sabanas?— frunce El ceño.

—La tia con la que te has acostado es Amiga Mia, y a perdido su cartera. Ayudame a buscarla.— digo mirandolo.

Se encoje de hombros y busca conmigo.

Debato en mi cabeza si decirselo o no, ¿que podria pasar? ¿Otra batalla campal?¿o simplemente silencio? Me refiero, tranquilidad. Alomejor, El no abre la Boca, y Todo sale bien.

—¡¡¡¿¿Bryony Napoli!!!!?? Me estas jodiendo? — grita alarmado.

Me giro y lo Miro mirando la cartera de Bry.

—vaya, Ella a reaccionado igual— me cruzo de Brazos. — soys los dos estupidos, ¿que os pass por la cabeza? ¿Acostaros?

—Dios, dios, dios, esto es malo. Me van a matar. — se toquetea El pelo.

—Los Napoli lo dudo, porque ella no piensa decir ni una palabra, pero tus Padres?— me rio— eres hombre muerto.

—No. No tienen que enterarse. — dice con miedo en la voz. — si Ella no dice nada, yo tampoco lo voy a hacer. Valoro mi vida.

—Perfecto. Los dos cerrareis la bocaza y voilà, Todo Perfecto. — doy una palmadita.

—Toma esto antes de qur los Napoli me reconozcan Las huellas. — me lo lanza.

—Si a Bry le hicieran pruevas de huellas, piensa que Las tuyas son Las mas recientes— digo medio de broma.

—Capullo. — sentencia.

—Me voy, tengo a una sintecho desayunado en mi casa con resaca.

—Ella esta en tu casa?— Pregunta con cierto interés.

—Eso acabo de decir.

—¿que hace allí?— see cruza de Brazos.

—Si no acabaras de follar con mi mejor amiga diria que estas celoso, pero bueno, sus llaves estaban aqui, osea que no podia entrar en su casa.

—No tienes tu una copia como Ella tiene de tu casa?

—No. Desde que empezasteis a cazarla no se fiaba Ni de mi. Gracias amigo. — me rio sin ganas.

El rueda los ojos y me sigue através de todo El pasillo.

—Adios. — digo saliendo.

—Adios tio.

[...]

Bryony's POV

Miro a la calle viendo los coches pasar, intento recordar la noche de ayer. Pero es un vacío existencial.

Como tranquilamente los cereales a puñados viendo Al parque que esta Al cruzar la calle.

Me gustaria volver a esa epoca en la que tener amigos era facil, en la que eras feliz solo con piedras y que no tenias preocupaciones, pero ¿ahora? Mi cabeza está saturada de cosas, y la mas importante de todas es  "Aedus Sampietro" ese demonio que podria estar clasificado como el Diablo encarnado podria conseguir que me maten, y podria arriesgarme que a El tambien.

Pero mi duda central es: ¿porqur aun estando borracha me fui con El?

Soy estupida. Eso esta claro.

Oigo la puerta y me giro para mirar a Hardin entrar con mis llaves y cartera.

—Aqui lo tienes— me Las da— y puedes estar tranquila, Aedus no abrirá la Boca.

Suelto una fuerte bocanada de aire relajandome por completo.

Me despidp de Hardin con un beso en la mejilla y entro, porfin en mi apartamento.

Mi adorable perrito me da la bienvenida con lametones.

—Carlos, no sabes lo estupida que es tu dueña. Hazme caso. Menos mal que tu no eres un Napoli, ademas eres un perrito adrable, ¿A que si?— lo acaricio y hago carazas raras.

Mi estomago se revuelve por un olor asqueroso que me obliga a correr al vater y vomitar lo que acababa de desayunar.

Salgo del baño y limpio la cagarruta que Carlos ha echo en medio del comedor.

Durmiendo con el diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora