Capitulo 8. Mamma mia

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Acomodo Las cosas a toda velocidad y busco cualquier cosa que puedas delatar mi farsa.

Guardo todas Las cosas caracteristicas de los Sampietro y luego corro hasta El armario que desde hace ya in tiempo comprato con Aedus.

Rebusco en su parte de armario por la sencilla razón de que El tiene sudaderas Grandes que pueden disimular el comienzo de mi tripa de embrazada.

Dios, estoy nerviosa.

Mi movil vibra por la llegada de varios mensajes.

Aedus:
Ten cuidado, ya sabes.

¡Que no entre en el despacho!

Y Si quieres y te da tiempo puedes esconder mi portatil.

Ya sabes Porque lo digo.

Ruedo los ojos, claro que se Porque lo dice. Ahí tiene cosas muy turbias, a parte de tener todas Las fotos de sus viajes familiares.

No es plan de que mi Madre vea esas cosas.

Voy corriendo, literalmente, Al despachó y intento despejar mas o menos Todo lo relacionado con los Sampietro, fotos, firmas, papeles...

¿Porque narices han tenido que venir de visitas justo ahora?

Llevo cinco años en esta ciudad y no Han asomado la cabeza nunca.

Y en El peor momento aparecen.

—¡Carlos!— grito viendo El empastre que acaba de hacer con su bebedero. — El agua va dentro del cuenco, no fuera.— me quejo.

Busco la fregona y arreglo El empastre que esté perro desagradecido ha echo.

Cabe decir que le ha cogido demasiado cariño a Aedus. Y eso no me gusta.

Tampoco voy a quejarme del trato de Aedus hacia mi. Porque ha sido de Todo menos malo, todas Las noches me hace la cena, y tambien me ayuda a acabar los trabajos de la universidad. Además, El otro dia, me dió antojo de Kebab, a las dos de la mañana y El se ofreció voluntario para ir a comprarme un durum, acabó terminandoselo El, Porque por alguna extraña razón la lechuga me da arcadas.

Yo creo que Al final si que se está tomando enserio eso del embarazo.

Me siento en El sofá y suelto todo el aire que sin darme cuenta habia retenido en mis pulmones.

¿Porque me pone tan nerviosa ver a mi familia de nuevo?

Bueno, mas bien a mi madre.

Ella no sabe nada de mi relación mas que personal con los Sampietro y aunque no me guste admitirlo, prefiero mantenerla en secreto por la sencilla razón de que me gusta poder respirar.

No se como reaccionaria ella si por un casual se enterara de que los Sampietro me intentaron asesinar unos años atrás.

El timbre resuena por toda la casa. Aguanto la respiración Durante unos segundos.

Dios vela por mi. Te lo ruego.

Abro la puerta aun aguantando la respiración.

Lo dejo escapar Cuando veo muchas caras esperando en la puerta del apartamento de Aedus Sampietro.

—Mama!— exclamo intentando aparentar alegria.

—Bry!!!!!— grita Ella abrazandome brutamente.

Sin darme cuenta intento aflojar su agarre. Y¿Si nota que tengo mas barriga?

—¡Hace un siglo que no sabemos de ti!— exclama Dereck.

Durmiendo con el diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora