CUATROEL TREN
Aquellos días que le siguieron a la confesión de sus tíos, Catherine podía asegurar que no era la misma. O por lo menos que no actuaba de la misma manera, pues se levantaba mucho más tarde de lo habitual, se saltaba varias comidas, y ya ni se molestaba en responder a la correspondencia de sus amigos.
Rose le enviaba cartas cada dos semanas, pues su lechuza tardaba mucho en ir y volver de los Estados Unidos, y la pobre también tenía que descansar. Su última carta seguía en su escritorio por abrir desde hacía unos días. Catherine no la abrió ya que pensó que seguramente su amiga escribiese quejándose del novio de su hermana, que estaba pasando el verano en su casa y era muy molesto. De todas formas, luego se olvidó de leerla y ahí seguía la carta casi al final del verano.
Quería contarle a su amiga lo de sus padres, por supuesto, pero no le apetecía hacerlo por correspondencia, así que esperaría al inicio del curso para verla y poder explicárselo.
En cuanto a Draco, él le escribía más a menudo, contándole acerca de lo que estaba haciendo en verano pero también preguntándole por ella y por cómo le iba. A él si que le había contestado a un par de cartas, pero su respuesta había sido bastante vaga y nada interesante, algo que seguramente el rubio le reprocharía en cuanto tuviera ocasión.
En casa no tenía problema con mencionar a sus padres biológicos ya que los hermanos pequeños de Catherine se habían ido a pasar el final de las vacaciones a casa de Ginny Weasley, su mejor amiga. Sin embargo, era algo que la estaba empezando a molestar: largos periodos sola en casa mientras sus tíos se iban a trabajar hacían que la mente de Catherine vagara por absurdas ideas sobre sus padres, y la chica no tenía ninguna distracción más allá de observar de vez en cuando a su vecino por la ventana.
De modo que sin los mellizos ni Dora en casa lo que quedaba de verano, Catherine no lo estaba pasando muy bien: el verano se le hizo larguísimo.
La chica estaba también acostumbrada a irse a la mansión Malfoy unos días. A pesar de la enemistad de sus madres, Draco siempre invitaba a Catherine unos días. Pero aquello había cambiado también para ella: era el primer verano que Draco ponía una excusa para no dejarle una habitación en su casa.
Catherine se olía los motivos por los cuales no se podían permitir tenerla bajo su techo, pero prefería no pensarlo ni darle muchas vueltas. Las cosas entre los dos amigos seguirían iguales, nada cambiaría en su relación, lo tenía claro.
De modo que de lo único de lo que había podido disfrutar Catherine aquel verano fue de la visión de su vecino muggle a través de la ventana. No se explicaba cómo podía ser tan atractivo sin modificar su cuerpo mediante la magia. Su vecino, cuyo nombre no sabía (nunca había hablado con él), tendría alrededor de unos diecisiete años e invitaba a sus amigos casi todas las tardes a bañarse en la piscina, que justamente estaba bajo la ventana de Catherine, cosa que le permitía entretenerse un rato.
Te echo mucho de menos, ojalá pudiéramos pasar parte del verano juntas, podríamos intentarlo para el año que viene. Si sobrevivimos a quinto, claro. ¿Has pensado ya en qué timos necesitas para lo que quieres estudiar? Yo sí: quiero ser una auror, como mi madre, y para ello necesito prácticamente una E en todas las asignaturas, una S es demasiado floja...
Catherine sonreía mientras terminaba de leer la correspondencia de Rose. Se sentía mal por haber ignorado la carta durante tantos días, pero últimamente no tenía ganas ni de levantarse de la cama.
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BLAME | hp | dm
FanfictionCatherine McHannon tiene un oscuro secreto del que proteger a sus hermanos pequeños, pero también del que protegerse a sí misma cuando el momento llegue. - Draco Malfoy x oc oc x oc - HERMOSA PORTADA DE @abbxmar