BLAME | hp | dm

𝔠𝔦𝔫𝔠𝔬.

CINCO

HOGWARTS

En el banquete de bienvenida le presentaron a los alumnos a la nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras. Una mujer rolliza y vestida enteramente de rosa, llamada Dolores Umbridge. Esta interrumpió a Dumbledore de repente, lo que dejó a todo el mundo con mal cuerpo pues el director a pesar de ser un hombre avanzada edad era posiblemente el mago más sabio y poderoso de toda la Historia mágica. Aunque hasta hace poco Cath pensase que su versión sobre el regreso de quién-no-debe-ser-nombrado era errónea, le tenía igualmente un profundo respeto y admiración.

El discurso que dio Umbridge fue realmente tedioso. Al principio Cath escuchó pero luego se distrajo y acabó jugando a la guerra de pulgares con Rose por debajo de la mesa. En lo poco que escuchó, Umbridge habló sobre la educación de los tiempo que estaban viviendo y la reforma que había hecho el ministerio. En conclusión: las clases de defensa serían muy distintas, todos supusieron que para peor.

—Muchas gracias, profesora Umbridge, ha sido un discurso sumamente esclarecedor —dijo Dumbledore cuando la profesora hubo acabado.

Catherine levantó la cabeza y se giró en su asiento lista para dedicarle toda su atención al director, ignorando la rabieta de Rose por haber abandonado el juego. Dumbledore anunció cuándo serían las pruebas de quidditch, y recordó algunas de las normas del colegio que cada año eran incumplidas por los alumnos más desobedientes y revoltosos.

—Y ahora, me gustaría daros paso a que vayáis a vuestros respectivos dormitorios y descanséis para vuestro primer día de clases —dijo abriendo los brazos.

Todos en el Gran Comedor se levantaron de golpe, ansiosos por volver a sus dormitorios después de todo el verano, y un "clic" en la cabeza de Catherine la hizo reaccionar.

—¡Los de primero! —gritó con autoridad, alzando una mano para que los más pequeños la vieran. Vio por el rabillo del ojo que Draco hacía lo mismo pero subiéndose en un taburete. Cath lo miró divertida y él le guiñó un ojo—. ¡Los de primero! ¡Venga, seguidme!

Un montón de rostros de primero la miraron así que comenzó a caminar hacia fuera del Gran Comedor para guiarlos hacia las mazmorras, a la sala común de Slytherin.

—Vaya, quién lo hubiera dicho... —comentó una irritante voz colocándose al lado de la prefecta conforme caminaba. Cath rodó los ojos al reconocer a Ethan Bass, de sexto. Lo miró apretando la mandíbula y el Slytherin le lanzó una mirada lasciva—, McHannon, prefecta.

—Que sepas, Bass —le dijo cambiando la mirada al frente y subiendo la barbilla—, que estaba claro.

Su respuesta fue una sonora carcajada.

Ethan Bass era una de las personas más arrogantes de Slytherin, puede que de Hogwarts. Lo más curioso de su enemistad era que la primera vez que Catherine habló con él le cayó bien. Bueno, técnicamente las salvó a Rose y a ella en Halloween, así que no podía despreciarlo por ello. Pero sus posteriores acciones hicieron que poco a poco, conforme pasaban los años, Catherine lo odiase más que a cualquier otro habitante del castillo. Sin embargo, a Cath no le llega a a molestar del todo... algunas veces.

—Sabes, este año estás más atractiva que nunca, McHannon —dijo Ethan. Ella lo fulminó con la mirada y apretó el pasó, pero él se volvió a colocar a su lado—. Puede que te guste la idea de venir a mi dormitorio y pasar una noche divertida, ya sabes, mis compañeros de cuarto, tú, yo...

Dos niñas de primero que venían pisándole los talones a Cath gritaron escandalizadas, y ella estuvo a punto de soltar una exclamación también, pero se contuvo.