DEMON OR ÁNGEL? (zodiaco)

Capítulo 01

El Infierno.

Capricornio & Aries.

Estudiaba a Capricornio detenidamente. Quería ver tanto como sus puntos débiles, como sus puntos fuertes.

Así sabría cómo atacarla y deshacerme de ella fácilmente.

Caminaba con sutileza y su expresión era neutra. No me dejaba ver sus emociones.

Chica lista. Pero yo soy más listo.

La vigilaré unos días y cuándo haya creado una rutina predeterminada, le atacaré tomándole por sorpresa.

-¿Y cómo os divertís allí arriba los Ángeles? Supongo que no hay mucho que hacer ¿no?-

-No.- me contestó cortante.

Me encogí de hombros y caminemos sin decir nada más.

-¡Allí está!- gritó un hombre delante nuestro.

Mierda.

-Vaya...vaya...vaya...No cumpliste tu contrato. -

Capricornio me miró sin entender nada.

-Yo sólo necesito más tiempo. No puedo matar así, sin planificarlo. Si no estamos perdidos.

- Eres tú él que estará perdido si no le matas ya. El señor Williams tiene que estar muerto mañana. O él o tú.- respondió uno de los chicos.

-Él no va a matar a nadie- intervinó Capricornio. -Y tampoco va a morir.

Los chicos se miraron y después soltaron una risa sin gracia.

-¿Y tú eres...?-

-No te interesa.- giró, sin ninguna expresión en su cara -Vamos- dijo.

-Capricornio...- antes de que pudiera decir algo más, los chicos sacaron armas de sus bolsillos y nos apuntaron con ellas.

-Cierra los ojos- me ordenó ella. Le iba a preguntar el por qué, pero antes de que pudiese hablar una cegadora luz proveniente de ella, me obligó a taparme los ojos y esconderme detrás de unos botes de basura.

-Ya puedes salir.- me dijo.

Cuándo salí pude ver a todos los hombres en el suelo. Quemados por su luz.

-Íncreible- fue lo único que pude decir.

Tauro & Géminis.

-Bienvenida a mi humilde morada.- dije abriendo mi mansión.

Ella pasó y cómo si estuviera en su casa, se fue directa al frigorífico.

-Siempre he querido probar esto.- dijo con un montón  de comida en sus brazos.

-¿El qué? ¿Comida?- dije elevando una ceja.

Ella asintió. -¿Nunca has...comido?- ella negó.

-Sólo nos alimentamos con lo que nuestro Padre nos da...y entre tú y yo...sabe fatal.- dijo eso último susurrando.

-Eres rarita-

-Lo dice el hombre que es un demonio y se dedica a vender mujeres.- contestó.

-Touché -.

Durante media hora tan sólo me dediqué a observar a Tauro.

Quién  tragaba como si no hubiera mañana. Pero con Cáncer  ya estoy  acostumbrado a ver ese tipo de cosas.

Me di cuenta de que el punto  débil  de Tauro es...ella misma.

No lo dice "no"  a nada.

Y se deja llevar muy fuertemente por sus emociones. Tiene carácter y es fuerte.

Por eso mi plan consistirá  en enamorarla y después destruirla complemente.

Aunque no sé porqué algo me dice que no es de ese tipo de chicas que se enamoran.

Quizás pueda secuestrarla mientras esté durmiendo y aprovechar esa carita y ese cuerpo para hacer dinero...

Sí,  definitivamente la mejor opción  es la segunda. Además salgo favorecido.

-Oye...¿Aquí tienes ducha?- preguntó  con la boca llena.

¿Es que acaso nunca se ha duchado tampoco?

-Sí. ¿Por?-

-¿Y porqué no la usas? Apestas-.

Directo a mi ego.

-JA.JA.JA. Muy graciosa. Ven te enseñaré  tu habitación. - ella se levantó y me siguió.

Llegamos al segundo piso. Habían demasiadas habitaciones para mis chicas.

Sólo espero que Tauro no se meta en nada.

-Aquí es. ¿Te gusta?-

Ella me miró con los labios en línea recta.

-Quiero otra- dijo, más bien ordenó.

-¿Por qué?  Esta es la más grande. Y la única libre.- mentí. Tampoco la íbamos a tratar cómo a una reina.

-Pues dormiré en la tuya. No pienso dormir al lado de todos esos...gemidos-

-Adiós Tauro- dije ignorándola y cerrando la puerta.

Pasaron un par de horas y volví  a casa. Había tenido que salir por asuntos personales. JAJAJAJA

Fui a ver cómo estaba Tauro y cuándo entré, me quedé en shock.

La habitación se había convertido en un duplex remoledado y con todo lujos y detalles.

-¿Qué ha pasado aquí? -pregunté sorprendido.

-¿Esto? Tan sólo soñé con esto y lo hice realidad. Nada fuera de lo normal.- dijo leyendo una revista de moda tumbada sobre su enorme cama.

-Joder.- dije y salí de la habitación.