DEMON OR ÁNGEL? (zodiaco)

Capítulo 06

Secuestro.

Todo estaba oscuro. Me dolía la cabeza y tenía hambre, mucha hambre.

-¿Me estás escuchando, pollito?-

-¿Cuántas veces te he dicho que no me llames pollito, Virgo?- le dije enfadado.

-¿Cuántas veces te he dicho yo que jamás te haré caso, Leo?...Digo, ¿pollito?- me contestó con una de esas inquietantes sonrisas.

Rodeé los ojos y decidí ignorarla. Ya sabéis...

"Demuestra tu inteligencia, ignorando al ignorante."                         ~Leo. 2019

-Ignorante tu mamá-

-¿Lo dije en voz alta?- no pude evitar reírme. Ella se quedó observándome seria.

-¿Qué clase de tinte usas? Te se ven entradas, te vas a quedar calvo-

Me asusté, me acojone, me cagué. ¡NO PUEDO QUEDARME CALVO! ¿¡SE IMAGINAN UN ÁNGEL CALVO?!

-Eres una mentirosa- traté de disimular.

Ella no dijo nada, sólo se quedó observándome. Sus ojos azules penetraban mi calvicie...oc no :')

-¿Puedes dejar de mirarme?-

-¿Te pongo nervioso?- entonces le miré con cara de WHAT?

-No, pero aveces te se va un ojo para cuenca y no sé como mirarte- noté un fuerte golpe en el pómulo izquierdo. Me pegó. ¡Me pegó!

-¿¡Qué haces?!- no pude decir nada más porqué ella ya me estaba besando.

¡VIRGO ME ESTABA BESANDO!

●●●●●●

Era un día de tormenta. Los truenos daban un poco de luz al lugar, pero cuando se paraban, volvía la oscuridad.

Miré la película tan sangrienta y tuve que apartar la vista en un momento. Las escenas eran demasiado fuertes.

Entonces me encontré con el perfil de aquella chica tan perturbada. Sus ojos brillaban en la oscuridad de una manera impresionante. Sus labios estaban entreabiertos y miraba la película sin siquiera pestañear.

¿Cómo alguien puede estar tan enferma?

Me levanté del sofá y apagué el televisor. Ella me miró sin expresión alguna y con esos ojos que a la vez que brillaban, estaban totalmente vacíos. Esperé a que preguntara algo como "¿Qué haces?" .

-¿Porqué eres así?- pregunté ya que ella no iba a hacerlo.

-¿Cómo, cómo soy?- nos miramos por un tiempo. Ni siquiera sabía como describirla.

-No sé. Así-. Ella no dijo nada. Su mirada a diferencia de la primera vez, no me incomodaba. Es más, me transmitía paz, paz que en ella carece.

-¿Y porqué tú eres así?- esa pregunta me pilló por sorpresa. -Exacto, nosotros no sabemos quiénes somos, pero al parecer el resto de la gente sí. Ahí está el problema. Todos salvo tú, pueden elegir quién eres-.

-Eso no es así. Tú matas por que quieres-.

-Mato por que así me educaron. Si me hubiesen educado para ayudar a los necesitados, también lo haría...Aquí no existe ni el bien, ni el mal. Sólo los prejuicios.- se levantó del sofá y se fue por el oscuro pasillo.