DEMON OR ÁNGEL? (zodiaco)

CAPÍTULO 19

Vuelta a la "vida".

-¿Qué es eso tan importante que nos tienen que decir?- interrogó Libra.

-Podemos volver a casa- dijo Acuario.

Algunos de los signos se quedaron confundidos, otros sonrieron de felicidad y otros les miraban expectantes.

-¿¡Cómo?!- preguntó Aries.

-Venciendo nuestros miedos- respondió Virgo.

-No quiero enfrentarme a un payaso- se sinceró Géminis.

-Ni yo a Acuario- secundó Cáncer.

-Ni yo a un millón de mariposas que quieren comer mi delicada carne- todas las miradas se dirigieron a Sagitario que miraba hacia arriba con miedo.

-Pues entonces se quedarán aquí para siempre- intervino Acuario de nuevo -¿Eso es lo que quieren?- preguntó mirándolos a todos.

-Bien, lo haremos- animó Capricornio.

Los signos asintieron con determinación, preparándose para superar sus mayores sueños.

-Y...¿como lo haremos?- la pregunta que valía un millón le hizo Tauro.

-Tenemos que bebernos esto- una mirada de desconfianza apareció en varios rostros -Lo pone en el libro- aclaró Virgo cansada.

-No te preocupes, yo estaré contigo y mataremos a esos payasos- le dijo Tauro a Géminis, este le dedicó una sonrisa y un fuerte abrazo.

-Bien, a la de tres- informó Sagitario.

-¡Uno, dos y tres!- y todos bebieron aquella pócima que Virgo les brindo.

Narra tauro.

Todo se volvió negro, poco a poco de hizo la luz. Estábamos en una habitación siniestra, era de madrugada y el aire se notaba pesado.

Los demás estaban a mi alrededor.

-No, no puede ser...- susurró Aries con terror. Nunca lo había visto así.

Escorpio se colocó a su lado y le agarró la mano para tratar de tranquilizarlo. Sagitario por su parte, apartó la mirada...

-Supongo que como tú eres el primer signo, te toca a ti- le dijo Capricornio. Él asintió.

De pronto, la puerta de la habitación fue abierta de forma brusca. Aries tragó saliva. Y un hombre de unos cuarenta años pasó, localizó con la mirada a Aries y le agarró del cuello, le estampó contra la pared y apretó su agarre. Le estaba ahogando.

Todos quisimos intervenir, alejarlo de él, pero era imposible. No podíamos tocar nada de la habitación, ni siquiera a aquel hombre...

-¡Aries, tienes que defenderte, hazlo!- gritó Escorpio. Aries reaccionó por fin.

Le pegó una patada en el estómago al hombre, que soltó su agarre enseguida. Aries cayó al suelo con la respiración agitada. Se levantó y empezó a golpearle muy fuerte, el hombre poco a poco fue desapareciendo, hasta que se esfumó.