DEMON OR ÁNGEL? (zodiaco)

Capítulo 26

Libra.

¿Habíamos ganado? Sí.

¿Qué si me sentía mal? Claro.

¿Alguien estaba de mi lado? No lo sé...

Esta era nuestra misión desde el principio. Todos sabíamos en dónde nos metimos. Se supone que era para el bien de la humanidad matarlos...

Pero en el tiempo que llevábamos con ellos, ninguno había matado o perjudicado a nadie.

Nosotros sí.

De la forma más cobarde y cruel que existe. Con confianza.

Ellos confiaban en nosotros, yo confiaba en ellos.

Pero ninguno se atrevía a abrir la boca, ninguno de nosotros trató de entenderlos a ellos, ninguno de nosotros tuvo el valor para parar el plan. Pero sí tuvimos el valor para mentirles, engañarlos y matarlos después.

Se supone que los Ángeles no pueden hacer nada de eso...

Tal vez pienses que estoy exagerando todo demasiado, tal vez no...

Pero lo que nosotros hicimos fue una traición.

Nosotros, los Ángeles, hemos demostrado que el bien y el mal es relativo para cada una de las millones de mentes que existen y tienen la capacidad de pensar y reflexionar.

Después de todo, creo que fueron los Demonios quiénes nos dieron esa visión de la vida.

Una cosa era segura;
Teníamos que arreglarlo.

Sagitario.

Estaba sentado al lado de Capricornio.

Ella sólo miraba al suelo tratando de esconder la tristeza y culpabilidad de sus ojos. La entendía, quizás me sentía igual a ella.

Aunque no quise seguir el plan, tampoco traté de pararlo. Es tanto mí culpa, como la de todos.

Quizás me quedaba una charla pendiente con Escorpio...

Quizás a Tauro le quedaba una charla pendiente con Géminis...

Quizás a muchos nos quedaban tantas cosas por decir y por demostrar que el tiempo, siendo tan cabrón cómo siempre, no nos lo permitió.
Pero la vida sigue, y no es manera de vivirla imaginando algo que jamás va a pasar o pasará.

No lo imagines, haz que pase.

— Tenemos que hacer algo— dije poniéndome de pie, ganándome las miradas confusas y dolidas de mis amigos — Tenemos que arreglarlo, tiene que haber una forma... —

Libra clavó su mirada en mí, y tras levantarse, me dió un firme asentimiento de cabeza. Estaba conmigo.

—Vuelve atrás, Sagi. Tú puedes—

—¿¡Quieres que retroceda en el tiempo?!— preguntó Capricornio al borde del colapso —¡¿Estás loca!?—

— No es mala idea... — susurró Leo lo suficientemente alto para escucharlo — Hecho de menos a la amargada y a la loca... — obviamente hizo referencia hacía Virgo y Cáncer — ¿¡ Qué carajos?! ¡Incluso hecho de menos al mandón de Aries! — gritó poniéndose de pie.

—¡ Es peligroso! ¡Sagi no tiene el control absoluto de su poder y si algo ocurriera en el transcurso del tiempo, podría quedarse en algún lugar desconocido! ¡ Lo perderíamos para siempre! —

Todos agachamos la cabeza... Capricornio tenía razón. Con un suspiro de rendición, ella, volvió a dejarse caer en el sofá.

—¡ Tauro! ¡Suéñalo y haz que se convierta en realidad! — propuso Acuario.

— Eso no va así, Acua— respondió con calma, mientras le daba una mirada aburrida — Puedo soñar cualquier cosa y hacer que se convierta en realidad, más no puedo resucitar a alguien... Mi poder no funciona así... —

—¡El libro! — gritó Capricornio.

—¡Sí! ¡El libro! — secundó Leo. ¿Qué libro?

De repente, ambos se pusieron a buscar por toda la habitación hasta que sacaron el libro sagrado. Dónde venían las reglas y las instrucciones de cada una de las cosas sobrenaturales que podíamos o no podíamos hacer.

—¿Podemos...? — susurró Libra —¿ Podríamos traer de vuelta a esos desquiciados?—

— ¿Podríamos...? —

— Y podemos... — completó Leo la frase de Capricornio.

—¿¡Cómo?! — preguntó Acuario con desespero.

Ambos se miraron y un silencio reinó el lugar.

— Tenemos que viajar... —

—¿Viajar? ¿A dónde? —

— Al infierno—.

—¿¡Qué?! — grité yo — ¡Nos matarán en cuánto se enteren qué somos! ¡Es cómo meter a un policía preso en una cárcel llena de presos que el mismo arrestó! ¡Es cómo ser un paracaidistas y saltar directamente al centro de un volcán en erupción! ¡Es cómo—

—¡Qué te calles ya, joder! — gritó Leo desesperado.

— Perdón por valorar mi vida y pensar con claridad, es obvio que eso te ofende— dije más enfadado de lo que quisiera.

—¿Por qué me ofendería esa idiotez? — contraatacó él.

— Bueno, a tí te cuesta hacerlo, que yo lo haga con tanta facilidad seguro te hace sentir más tonto y obvio que te ofende. Cualquiera se ofenderí— un fuerte golpe en la mandíbula, que me tomó por sorpresa, hizo que me tambaleara.

Miré con furia a Leo, antes de abalanzarme sobre él dispuesto a pelear.

—¿Deberíamos separarlos? — preguntó Acuario, quién estaba cómodamente sentado en el sofá, mirando cómo nos peleábamos.

—Deberíamos— contestó Libra asintiendo lentamente.

—¿ Y por qué no lo hacemos? —

—¿Separar a un Sagitario y un Leo? ¿Qué, acaso quieres morir? —

— Bien visto— respondió Acuario quitándose los zapatos y acomodándose todavía más.

Capricornio quién hasta entonces estaba leyendo el libro. Dejó de leer, fue al pequeño estante lleno de revistas que había en una esquina, agarró varias y sin decir nada, empezó ha arrojarlas hacía Leo y a mí.

Pronto dejemos de pelear para tapar nuestras caras y cabezas con cuidado.

—¡Maldición! ¡Esta chica si que está loca! — gritó mi compañero.

—¡Shh! ¡Si te escucha, nos matará! —

—¡Bien, ahora que se me han acabado las revistas y todos han dejado de hacer el gilipollas, me gustaría comentaros un par de cosas! — todos pusimos atención.

— He encontrado una manera de bajar al inframundo sin ser vistos y sin correr ningún tipo de peligro— anunció orgullosa de sí misma — Así que preparaos, está noche iremos al infierno— finalizó con una sonrisa.

Bueno, perdón por las faltas de ortografía.

Y... ¿Qué tal la quarentena?

Espero, que bien y en paz...

No tengo mucho que decir...

Sólo que...

¡Gracias por leer, de verdad lo valoró mucho!

Espero que te haya gustado éste capítulo y espero que los demonios y los Ángeles se reunan de nuevo, quiero saber cómo será su reencuentro...

Vota⭐ si te gustó.

Nos vemos en el próximo cap.

Chau!!