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HatsVille
El lugar donde todo es mejor y los héroes residen para llevar el orden, ayudar para lo que se necesite y demas.

Sitio justo donde habita el héroe más querido y famoso del mundo, temido por los villanos a pesar de su porte gallardo, amable y benévolo.

White Hat.
Cabecera de la organización que lleva su mismo nombre, habitante de una gran mansión de un impecable blanco y azul en forma de sombrero gigante, un patio hermoso con una vegetación bien cuidada.

Con un equipo de tres subordinados, varios tipos de robots, muchos clientes, colegas y amigos a su mano para ayudarlos en lo que necesiten para beneficio de su ciudad, derrotar a algún héroe o múltiples posibilidades que pueden ofrecer.

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En el tranquilo HatsVille solo existe una pequeña anomalía de la cual nadie se da cuenta, se encuentran solo pocas iglesias en toda su extensión, dos o tres, literalmente. Pero eso no es una gran calamidad para los que deciden ser religiosos y ese tipo de asuntos ligados.

Clemencia suele ir a las festividades y los domingos a los edificios para ayudar, no necesariamente por creencia, acompañada del esponjoso oso morado 6.0.6.
Normalmente sin ellos la mansión es más silenciosa ya que son ellos más eufóricos y escándalosos del equipo. Solo sonidos metálicos de los bots de un lado a otro, limpiando, acomodando o llevando materiales a otras habitaciones para almacenar o usar poco después.

Aquel día era como cualquier otro nada espectacular como siempre solía ser, Slug trabajaba en su laboratorio, en la maraña de sótano y catacumbas de buen aspecto y total blanco (o casi) como el resto de la estructura.
Malhumorado buscaba alguna herramienta, deducía que antes de irse le habían escondido aquello Clem y el oso.

De los pisos superiores visibles de la casa escucho a su jefe llamarlo con aquella voz bondadosa y calma que le caracterizaba. Sin más dejo su frustración por un un momento para dirigirse a dónde le había escuchado, llegando a la puerta trasera donde se situaba la cocina, sitio justo donde lo encontró parado de brazos cruzados y los zapatos con punta dorada, un poco manchados de sangre.

Le hubiese asustado si al lado de la puerta no estuviera el cadáver de un animal, con no mucho tiempo de haber sido matado. Ya sabía que había pasado, culpa del oso y esas veces en que salía de la casa solo para hacer de las suyas, así lo había creado y estaba satisfecho con el resultado, aunque no en limpiar unos cuantos de sus desastres como aquel.

-Ohh... De nuevo trajo un ciervo- menciono con voz indiferente.

-Así es como lo veo, podrías limpiar ¿O estás ocupado y mejor se lo pido a un HatBot?- dijo serio aunque con cara de inocencia, tal vez incomodidad por el cadáver.

-Soy un científico, no un empleado de limpieza jefe-

-Anda, seguro no tardará mucho-

Slug se le quedó viendo unos momentos, pensante, para finalmente acceder a lo que ordenaba o más bien pedía su jefe.
Con todo su pesar fue por una bolsa de basura nueva, solían guardar lo que traía su oso para alimentar al mismo, puesto que era su caza. White se quedó en la cocina mientras hacía aquello, el charco se hizo más grande al arrastrar al animal y luego lo metió en un congelador aparte del refrigerador ya dentro de la bolsa, a veces no le gustaba la sangre, claro cuando él no era el causante de esta o algo así solía decir, en cambio al de blanco parecía no molestarle de una u otra forma.

Observó sus manos enguantadas, manchadas casi por completo, fue al lavabo y se cambió los guantes antes de tomar el trapeador o la escoba para limpiar el charco carmesí, de su parte White buscaba en los estantes ingredientes para hacer algo a Clem y el oso cuando volvieran, no podían negar que se le daba la cocina, la resposteria ni se diga.

En poco ya tenía todo listo, volvió a guardar los utensilios de limpieza para solo sentarse en la mesa redonda de la cocina y observar como este con total tranquilidad y una sonrisa en el rostro se atenia a la receta del postre.

-Asi que, les haces algo para cuando vuelvan esos revoltosos...-

-Sí, y no los llames así, son tus compañeros, parte de la organización ¿De acuerdo?-

Slug solo arremedo al de blanco en voz baja, paso un rato viendo cómo revolvía los ingredientes, poniendo empeño en que saliera a la perfección, tan solo suspiro y se levantó con pesadez para salir de la estancia, estaba sintiendose extraño al estar solo con él y en total silencio, era incómodo.
No se había acostumbrado a eso, ni siquiera por el echo de que cuando empezó a trabajar con él, solo eran ellos dos y los robots que construía, habia sido así durante un buen tiempo, incluso cuando comenzó el proyecto del oso, Clemencia ya tenía un rato siendo parte, pero no tanto.
Pero que se esperaba, White Hat era un gran héroe, el mayor héroe entre todos los que existían en el mundo, necesitaba empleado, subordinados que le ayudarán en su objetivo, no podía hacerlo solo ¿O sí?.

De cualquier forma, ya estaban allí y no podía cuestionarse eso en el momento, de por sí ya tenía cosas que hacer, solo regreso a su laboratorio y avanzó con sus artefactos pendientes, para pronto sacar viejos planos.

White Hat de su parte seguía en la cocina con una sonrisa ligera pero notable, siempre estaba sonriendo para todo el mundo. Puso la mezcla en un molde y lo metió al horno, quitó su sonrisa de a poco para boztesar con un corto gruñido, nos unos colmillos realmente grandes, afilados y amenazantes. Acomodo su sombrero, aún era de mañana así que estaba solo adormilado en una parte, pero ya se le quitaría fue lo que pensó, siempre pasaba de esa manera.

Tomó asiento frente la mesa y con un control encendió la televisión, hubiese sido agradable que Slug se quedará más rato con él, pero sabía que no era como muy cómodo para el mismo, de tal forma que lo respetaba y era amable e cada frase con él, de todos modos no podía evitarlo.

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•Afirmaciones Mudas•  ★PaperHat Heroic★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora