🔹2🔹

272 29 1
                                    

Pasaron unas cuantas horas, donde White Hat pudo hacer un par de postres sencillos más, mientras Slug seguía en su laboratorio para terminar una máquina y nuevas cosas que aún no le presentaba a su jefe, ambos en un total silencio de la casa que hacía recordar viejos tiempos en que WH aún se levantaba como defensor de la justicia, como un héroe, y a él como su único empleado.

La tranquilidad fue interrumpida por Clemencia que abrió la puerta y 6.0.6 entro como una tromba, al parecer si que tenía ganas de llegar a casa, no hizo más que dirigirse a la sala y acostarse en su cama especial que tenía para pasar el rato.
Clem llevaba una mochila cruzada, reía un poco por la reacción del pachonsito morado, cerró la puerta bien y camino por la estancia principal, un gran espacio para recibir visitas donde a un lado tenían las escaleras al segundo piso, no habia casi muebles, solo algunos buros largos donde guardaban unas cuantas cosas y floreros rebosantes de flores frescas.

Oyó ruido por la cocina, sonido de las noticias de domingo en la mañana, así que se encaminó para allá con una gran sonrisa como de costumbre.
Solía pasar a menudo que cuando regresaban WH les tenía algo para comer o algo nuevo para probar, le agradaba mucho a ella siendo una chica dulce.

–¡Hola White Hat! Buenos días– saludo con euforia y alegría en su voz, dejo su mochila en una silla.

–Ohh, hola Clemencia ¿Como les fue?– sonaba algo espantado, de seguro era por la repentina aparición de la chica.

–Fue divertido, veras...–.

Alguien golpeó la puerta tras ella, interrumpiendo y haciéndoles voltear, se trataba de Slug y se le podía notar malhumorado.

–Muy bien, ya llegaron ¿Podría saber dónde escondieron mi caja de herramientas secundaria?-.

–¡Hey! Yo no tomé ninguna de tus herramientas...-hizo un puchero ofendida.

White Hat se mantenía sentado a un lado de la mesa, se notaba incómodo, no le gustaba que pelearán después de todo, tenía un corazón suave al parecer.
El científico se calmó, ya después buscaría de mejor forma, podía ser solo un descuido suyo y se estaba poniendo paranoico de la nada.

–En fin, tú mochila parece más gorda ¿Qué es lo que llevas?– preguntó acomodando sus gafas de trabajo.

–¡Es cierto! ¡Gracias por recordarme Slug! Les traigo algunos regalos que me dieron en la iglesia– tomó su mochila, la abrió para sacar dos cajas blancas, una más grande que otra de forma considerable, al final, del fondo un recipiente con pastelitos y bolsas de galletas.

Le tendió la caja más pequeña con una bolsa de galletas a Slug, quien con expresión indiferente los sostuvo, aunque intrigado y simpático de que le hayan dado algo. Mientras tanto Clemencia le dió a WH la caja más grande directo en las manos y le alcanzó los pastelitos, este se tenso un poco y sonrió, ella tomó eso como que le gusto.

–V-Vaya, que amables son en enviarnos un par de regalos, pero en serio, no tienen porque hacerlo– dijo el de blanco con una sonrisa sincera, tal vez nervioso. Abrió la caja, encontrandose con una cruz de metal, sin un Cristo pero si inscripciones.

–¿Qué tal? Es muy bonita, fue lo primero que pensé al verla, la bendigeron según creo para traernos suerte– hablaba aún con emoción y pensante al recordar cuando paso.

De otro lado, Slug abrió la suya y vio un rosario con perlas blancas, nada más que eso, estaba seguro que dejaría eso botado en algún lugar de su cuarto o del laboratorio, sin embargo sus pensamientos fueron interrumpidos por White Hat que se levantaba de su silla, parecía preocupado.

•Afirmaciones Mudas•  ★PaperHat Heroic★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora