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Independientemente de la mala noticia que se había presenciado, la vida seguiría igual que las horas del día transcurriendo.

Pasaba ya mucho del medio día cuando un mencionado cliente se presentó a la mansión sombrero, cargando un bonito paraguas verde limón y esperando apacible en lo que era recibido.

Al patio salió Clemencia a buen paso con su esponjoso cabello celeste ondeando entre la ligera ventisca y los rulos dando pequeños brincos.
Mostrándose bondadosa cómo era y debía ser a pesar de todo.

—¡Buen día! A qué se debe la visita ¿Un servicio que podríamos brindarle?.—

—Eso mismo, quisiera ver al señor White Hat para embrujar un objeto.—

—... Hum, claro como no, adelante lo llevaré con él— sin pensarlo mucho abrió el portón y con una gran sonrisa camino a su lado para ingresar a la confortable mansión dónde en la primera estancia frente las escaleras, el oso se  acomodaba para tomar una siesta.

Pachonsito sabes muy bien dónde está tu camita, no te tires al frío suelo y nos quites el paso.—

Con pesar notable 6.0.6 se levantó, pero cayendo de espaldas para dejar el camino libre al siguiente piso.

Mencionando algo divertido por parte de la capucha unicornio, no hubo otras interrupciones para llegar a la oficina entre tantos blancos y bien iluminados pasillos dónde transitaban un par de bots.

—Jefe White Hat, un cliente le busca— dijo tocando una de las puertas gravadas con símbolos dorados.

—Un momento linda...— se escuchó desde dentro, un par de inconclusos minutos después indicó que pasaran.

—Que grata presencia ¿Qué es lo que busca, en que puedo ayudarle?.—

El hombre se acercó con el paraguas por enfrente.

—Soy un héroe de una ciudad no muy grande, tengo problemas de la vista y me sería de utilidad que hechizara este paraguas...—

Ya, comprendo no será un problema con todo gusto— White Hat alzó la mano a un lado y rasgó el aire.

Se abrió un hilo de luz de dónde salieron varias formas con caritas simples, quizá hasta tiernas al tipo de magia que no duraron mucho pues se expandieron de una manera grotesca segundos después (rasgadura y entidades) Clemencia le había visto llevar a cabo ese acto algunas veces antes, eso no era algo que sucedía más de lo visto.
No era la única que se daba cuenta, White sonrió un poco y seleccionó una pequeña para luego cerrar la grieta de inmediato, dirigiéndose con ella en mano al objeto, que la absorbió adoptando un patrón de círculos negros en la tela.

—Listo, una buena compañía y ayuda.—

—¡Impresionante y tan rápido, muchisimas gracias es magnífico!.—

El sombrero blanco apareció un contrato, acercando al hombre una pluma que ya tenía en el escritorio.
Un trabajo rápido, el sujeto se marchó sin retardo.

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Antes de que Clemencia pudiera hacer plática sobre cómo se encontraba al momento, White salió de la oficina en dirección a los pisos más bajos.

Cómo lo era su sótano y la extensa área que ocupaba el laboratorio en el subsuelo con sus muchas habitaciones, pasillos, salas de prueba, bodegas y demás estancias con usos especiales.
Pero ¿Había algo que revisar? Quizá algo que buscar, siempre se pasaba de un lado a otro para admirar las creaciones del científico, no obstante, está vez era diferente a todas aquellas.
Hacía mucho rato que aunque se le notaba de la misma alegría, no se sentía así del todo, desde que marco avance en la organización y colaboración como un héroe de respetarse su ambiente fue de cambio en cambio. Antes su única compañía resultaba en Slug, del cuál no se quejaba en nada, de hecho extrañaba cuando esos tiempos en que dentro de casa la tenían más sencillo por parte de ambos.

•Afirmaciones Mudas•  ★PaperHat Heroic★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora