Parte 1

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20 de septiembre de 1939

Cuando las listas de reclutamiento fueron colgadas en la plaza principal de Lawrence mi corazón dejó de latir por unos segundos, cuando la guerra comenzó los hombres iban a ella por elección propia, hoy no tenemos esa opción.

Dentro de unas horas tendré que irme, tendré que despedirme de Sammy y mi mamá para subir a uno de esos enormes camiones que me llevaran a quien sabe dónde.

Mi nombre es Dean Winchester, Sam Winchester es mi hermano, Mary Winchester es mi madre y Cas, Castiel es mi mejor amigo.

—no quiero que vayas—dijo Sam mientras se aferraba a mí, debo admitir que despedirme me está costando más de lo que creí.

—sabíamos que algún día pasaría, pero tranquilo, todo estará bien, volveré lo prometo.

—¿estas seguro? —dice aferrando más su abrazo a mi alrededor.

—¿cuándo te he fallado?— Le digo mientras sostengo a la mata de pelo que es mi hermano.

Sammy tiene 12 años, lo cual es un alivio para mí, dado que aún no puede ser enlistado, al menos por ahora.

—Mamá. — Suelto a Sam para despedirme de ella.     — estaré bien, enserio, mandaré cartas cada que pueda, tú sólo preocúpate por Sammy, debes estar bien para el ahora.

—lo sé, solo prométeme que vas a pelear, no importa que tanta duela, te vas a levantar , vas a luchar y vas a volver a casa.

—lo prometo— Le digo mientras la sujeto fuerte contra mí y Sam se nos une.

—creo que es hora de irme—  Les digo mientras tomó mi mochila.

—¿Castiel no lo sabe? — me pregunta Sam con esa mirada de cachorro que tiene.

—no lo sé Sammy, todo pasó muy rápido, solo despídeme de él por favor.

—claro, yo le digo que volverás pronto. — me sonríe.

Un último abrazo y estoy arriba del autobús.
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Casi 12 horas después, estoy en un centro de entrenamiento.

El centro de entrenamiento es bastante sencillo, mi autobús fue de los primeros en llegar, así que me sorprendo cuando llegan otros 15 después de los 10 que llegaron conmigo.
Somos cerca de 500 hombres, hay muchachos más jóvenes que yo, mierda algunos de ellos solo son un año mayor que Sam.  Sam, si estoy aquí debo de hacerlo lo mejor posible, esta guerra debe acabar antes de que lo puedan reclutar, él no puede venir aquí.

Las camas no son muy cómodas, pero están limpias, no tardo en hacerme amigo de un tipo llamado Benny, es tranquilo, pero demasiado fortachón, él no tiene familia que lo espere de vuelta.

Ha pasado una semana desde que llegamos, la rutina es bastante agitada.
Nos dan dos comidas al día, el entrenamiento comienza a las 6 a.m., y culmina a la 1:00 a.m.

A las 6 suena la sirena, en ese momento tenemos 3 minutos para salir de la cama y hacer filas.
A las 6:15 el desayuno.
6:20 corremos cerca de 15 kilómetros alrededor de la base. A las 8 comienza el campo a traviesa
A las 10 tiro con armas de fuego, ensamblaje, es de los entrenamientos que más disfruto, me gusta comprobar que cada arma funciona igual que el motor de Baby, mi impala.

¡A la 1 comienza mi hora favorita, piloteamos aviones!
No saben cuánto disfruto estar en ese avión, al principio nos dieron lecciones básicas sobre cómo usar cada avión, pero hace una semana después de nuestra llegada nos subieron a unos y nos dejaron volar solos, al menos eso creí hasta que un instructor nos daba todas las indicaciones por la radio.
Benny es mi derecha, piloteamos en equipo, me gusta cómo nos acoplamos.

You Are The Reason / Destiel.    #auweeklydhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora