Harry se encontraba acostado sobre su cama, en total silencio, con las sabanas húmedas y las mejillas empapadas, dos pequeño ríos de lágrimas escurrían por los costados de su cara. Sus ojos se mantenían cerrados mientras que su pecho subía y bajaba con lentitud.
Las cortinas de su habitación estaban medio cerradas, la luz se colaba por las aberturas y no le molestaba, se había acostumbrado ya.
-Hey cariño... acabo de marcar a la escuela, les dije que estabas enfermo de sarampión, dijeron que podías quedarte en casa hasta que pasara la etapa contagiosa, puedes quedarte aquí hasta que estás listo para salir.
Harry asintió un poco, haciendo un puchero y limpiando sus lágrimas con la manga de su pijama.
-Me parte el corazón verte así, cariño.
Harry susurro, secando las mejillas del rizado con sus dedos.
-Siento tenerte tan preocupada, mamá.
Harry abrió pesadamente sus ojos, viendo con concentración a su madre, Anne sonrió.
-Siempre me voy a preocupar por que estés bien, Harry.
El rizado sonrió débilmente, viendo borrosamente como su madre salía de su habitación.El rizado se sentía verdaderamente mal y su madre lo comprendía. Harry no tenía mínimas ganas de poner un pie fuera de la cama o probar la comida, solo quería dormir y llorar por otro rato más, hasta sacar todo de su desgastado corazón.
La última vez que fue a la escuela, casi se mete en dos peleas por su mal humor, la consejera estudiantil le citó para preguntarle que si estaba en drogas, se encontró un par de veces a Louis portando de vuelta el uniforme de el equipo y por si fuera poco, sacó un 6 en álgebra. Todo era difícil junto ahora, incluso en lo que siempre era bueno ahora fallaba, no podía concentrarse en nada, pues su corazón dolía un poco más con forme el día se pasaba, para el final de este poder llorar sin consuelo con una almohada en la cara.Harry estaba muy convencido ahora, de que en verdad había estado enamorado de Louis, se daba cuenta por la manera en que lo extrañaba, en como anhelaba sentir sus manos en su piel, su calidez invadiendo su ser, no podía sacarlo de sus pensamientos todos los días, todas las horas desde que lo vio en cama con Jessica parecían un infierno, una y otra vez repitiéndose en su cabeza.
-¿Porque Louis?.
Harry susurro, llevando sus manos hasta su cara, para comenzar una nueva ronda de llanto. Harry se preguntaba qué había hecho para orillar a Louis hacía esa decisión, que tenía esa chica que él no, en que había fallado.Ya había pasado una semana, una larga e interminable semana de deshidratación total, lo único que su estómago ingería era jugo de granada y arándano, que su hermana lo obligaba a tomar.
-Ya tienes que ir a la escuela cariño.
Anne entró a la habitación del rizado, que estaba sofocada de olor a tristeza.
-No quiero.
Harry se cubrió completo con las sábanas, negándose por completo a ser sacado de su cama.
-Ve y puedes venirte si te sientes mal.
Harry descubrió un poco su rostro.
-¿Cuando yo quiera?.
Anne balanceó su cabeza.
-Después de las cuatro primeras clases.
Harry bufo, asintiendo con molesta.
-Está bien, lo haré.
Anne sonrió, saliendo de la habitación.Después de haber medio arreglado su apariencia, ahora se encontraba parado frente a la puerta de la escuela, soltó un bufido y caminó al interior, en donde muchas miradas curiosas lo perseguían. Rodó los ojos y les restó importancia, caminó desganadamente hacia su casillero, arrastrando sus pies y agachando la cabeza, el solo hecho de estar aquí hacia que su cabeza punzara de dolor.
En cuanto su casillero fue abierto muchos papeles cayeron sobre sus pies, el rizado rodó los ojos y se agachó a ver qué clase de mierda habían hecho fuera de su presencia... era la letra de Louis. Harry apretó los dientes, tomando todos los papeles entre sus dedos, arrugandolos descuidadamente y justo cuando los iba a tirar en el cesto de basura se arrepintió, los colocó de manera descuidada en su mochila, cerró el casillero y se fue.-Que patético se ve.
Harry volteó los ojos al escuchar la voz de Jessica.
-No se porque Louis lo prefirió a él.
La mandíbula del rizado se apretó.
-Creo que es muy poca cosa, yo no le daría.
Harry se detuvo en seco, volteando lentamente hacia la bolita de personas a su costado, todos abrieron los ojos sorprendidos, caminó hasta ellos y empujó al único tipo que estaba ahí, al que había hecho el último comentario.
-No me gusta insultar a las mujeres, puedo decirte con seguridad que eres una perra, una perra sin corazón, sentimientos, sentido común o cerebro, solo eres una patética cara bonita que se quiere sentir mejor humillando a las demás personas.
Harry fulminaba con la mirada a la pelirroja.
-Y tú...
Apuntó con odio al cuerpo fornido del tipo delante de él.
-No quiero que me des, no vaya a ser que me pegues tu estupidez, no te sirve para nada tener cerebro si vas a terminar pensado con la diminuta cabeza de tu pene. Tienes unas masculinidad más frágil que las alas de una mariquita, me das tanta lastima.
Harry acercaba su rostro hasta casi hacer que sus narices rozaban.
-Tu en verdad disfrutas provocar a las personas, Nenita.
Harry apretó la mandíbula, viendo directamente a los ojos de aquel tipo, el cual sonrió y atrajo completamente la cabeza del rizado hasta hacer chocar sus labios juntos, el rizado alzó la rodilla dando un golpe a su pene.
-Hijo de perra...
Mencionó el moreno, arrodillándose en el piso por completo.
-Lo mejor de todo es que claramente no me quieres dar, todos son unos idiotas.
Harry escupió con violencia, para después caminar lejos de las personas con las que estaba hablado, viendo de reojo como las dos mujeres trataban de auxiliar al tipo.
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Imposible | L S |
FanfictionHistoria detrás del OS que ya escribí anteriormente en otro de mis libros. Es imposible que dos personas tan iguales puedan estar juntos. Imposible que dos personas con personalidades dominantes puedan estar en una relación. ¿O no? •LT