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-Harry... no tienes que hacer esto ahora, lindo, está bien esperar más tiempo si es lo que necesitas...
Él labio del rizado se encontraba atrapado entre sus dientes, mientras que su cabeza negaba lentamente.
-Por favor...
Volvió a susurrar, haciendo que el castaño apretara sus manos en puños.
-¿Tu... tú quieres que yo?.
Sin dejar que Louis terminara la frase, el rizado asintió.
-Maldición.
Louis no sabía cómo comenzar a hacer esto, estaba jodidamente nervioso, aunque no lo demostrara. ¿Tenía que besarlo antes de quitar la ropa?, ¿Quitarle la ropa antes de besarlo?, ¿Besarlo mientras le quita la ropa?.
-¿Tu no quieres, verdad?.
Louis sintió sus vellos erizarse.
-¡Si quiero!.
Gritó mientras se acercaba en un gran paso hacia el rizado.
-No me mal entiendas bonito, es solo que estoy nervioso y no se como hacer esto, nunca... bueno, nunca antes he estado con un chico y no quiero hacer las cosas mal, no quiero que duela o, solo no se...
Harry sonrió, levantándose lentamente hasta quedar muy cerca de Louis, pegó sus frentes y suspiró.
-Lo haremos bien, todo sale bien si es contigo.
Louis sonrió y tomó con sus dos manos el delgado rostro de su novio.
-Eres hermoso.
Susurró antes de juntar sus labios en un lento y nada hambriento beso.
El rizado colocó sus manos sobre las caderas de Louis, apretando levemente, acercándolo más a el, el de ojos azules sonrió en medio del beso y colocó sus manos en las suaves mejillas de su novio, acariciando con el pulgar lentamente toda la zona.
-Prometo hacerlo bien.
Harry asintió, tragando la saliva que se había juntado en su boca.
-¿Esto es algo así como un regalo de aniversario?.
El rizado rodó los ojos y ladeó la cabeza un poco.
-Si dices una sola cosa más te golpearé.
Amenazó antes de juntar sus labios una vez más. Todo era tranquilo, sin prisa alguna, los músculos de Louis se tensaban al sentir las manos de Harry recorriendo un poco la piel de su cadera y su corazón de aceleraba con tan solo imaginarse a Harry para el, expuesto para el, tomándolo a él, solo a él.
Sus manos eran suaves, todo en el rizado era suave y louis mentiría si dijera que no le gustaba eso.
Todo era bastante torpe, pues leves risillas brotaban de sus gargantas, ninguno tenía idea de que se supone que deberían de hacer.
El cuello de Harry tal vez estaba comenzando a acalambrarse pues estar agachando tanto tiempo para encontrar los labios de su novio era cansando.
-¿Crees que tú mamá nos...?.
Louis negó riendo mientras el rizado fruncía el ceño.
-No creo que eso pase, amor y se pasa se va a tener que acostumbrar, porque a partir de hoy tú segundo hogar es mi cama.
Harry estaba a punto de protestar, a punto de soltar un golpe en su hombro o rodar los ojos, pero las manos del castaño tomaron sus glúteos y chocó ambas caderas, creando un exquisito contacto que hizo a los dos perder la cabeza. 
-Lou...
Harry susurró escondiendo su avergonzado rostro en el cuello de su novio, jadeando por más contacto en los sensibles oídos del de ojos azules. 
-Por Dios Harry...
Louis susurró, tomando la mano de rizado entre la suya y llevándola a su entrepierna. 
-Siente como me tienes amor.
Harry jadeó viendo directo a los ojos de Louis, comenzado a apretar lentamente la zona
Louis estaba en las nubes, viendo directo a los ojos del rizado, sintiendo su delicado tacto.

-¿Lo estoy haciendo bien, Lou?.

El rizado pregunto, sintiendo sus ojos aguarse por el placer de ver las duras facciones del castaño llenas de placer. Louis suspiró sin querer parpadear siquiera un poco, pues parpadear significaría perderse de un escaso minuto de la gloriosa cara de Harry.

-Lo estás haciendo excelente amor.

Louis volvió a tomar entre sus manos los glúteos del rizado, ambos estaban viéndose a los ojos y cuando menos acordaron ambos estaban completamente sin ropa. Las delgadas y blancas extremidades del rizado sobresalían del bronceado y trabajado cuerpo del ojiazul.

Louis sostenía a su chico de la cintura y justo ahora las palabras estaban de sobra, pues las miradas, suspiros, jadeos y gemidos lo eran todo en la habitación, las curiosas manos de Louis viajaban por la suave piel de Harry, el castaño comparaba la piel de su chico con la piel suave de los melocotones, tan delicada al tacto, invitándolo nada más a que dejara sus marcas sobre ella.

Era totalmente asombrosa la manera en la que los dos se estaban entregando, dos chicos sin experiencia alguna, con ganas de todo menos de lastimarse mutuamente, por asi era esto, y no solo ahora, si no siempre; Louis estaba dispuesto a darlo todo por Harry y Harry no se quedaba atrás, ninguno de los dos necesitaba que lo protegieran, de por si ambos ya demostraban independencia en la vida, pero si de amor se trataba, ambos se necesitaban.

Harry estaba jadeando por contacto, Louis tenía tres dedos dentro de él, y a decir vedad estaban en una posición incómoda como el infierno, pero eso definitivamente no importaba en lo absoluto. Casi se caen de la cama en dos ocasiones y las risas nunca faltan, era un momento hermoso e íntimo, tal vez demasiado lejos de ser perfecto, pero los dos estaban bien y felices de hacer esto.

-¿Listo amor?.

Louis suspiró, sacando sus dedos, hincándose de inmediato en la cama, esperando la confirmación de su chico. Harry por su parte, con la respiración agitada, las mejillas rojas y un poco de pena, asintió sin pudor, abriendo aun mas las piernas para que Louis se pusiera en medio de ellas.

El castaño subió hasta encontrar los labios de Harry con los de el, un beso lento, trasmitiendo nada más que seguridad y confianza, justo lo que Harry necesitaba en ese momento.

-Te amo Harry, te amo con todo mi corazón y no sabes cuánto agradezco que estés aquí y ahora conmigo, eres el ser humano más perfecto que pudo haber pisado este mundo, ¿Lo sabes?.

Harry sintió sus ojos llenarse de lágrimas, pues las dulces palabras de Louis lo hacían sentirse tan amado y tan querido, lo único que quería era quedarse aquí por siempre, en los brazos del chico al cual amaba.

Louis finalmente suspiró, tomando entre su mano su propio miembro, listo para entrar en el interior del rizado, volteo a ver a su novio, el cual tenía los ojos cerrados con fuerza, sonrió un poco, antes de acercarse a su frente y depositar un beso.

-Eres el amor de mi vida, Harry.

Susurro sin muchas esperanzas de que el joven de ojos verdes lo escuchara, pues en cuanto dijo eso se empujó contra la entrada del rizado, haciendo que este se estremeciera y no contestara a tan bella afirmación.

Las piernas colgantes de Harry en su cadera del castaño, los incontables gemidos de ambas personas, sus labios encontrados cada y que la oportunidad se presentaba, pieles sudadas y marcas rojas, ojos brillantes y llenos de amor, miradas correspondidas que solo demostraban cuan felices eran estando aquí, uno al lado del otro.

Harry fue el primero en gritar el nombre de Louis, abrazado su fornido cuerpo, aferrándose al sentimiento de seguridad que le hacía sentir, Louis besó los labios de su novio en un movimiento desesperado, vertiendo todo el blanquecino liquido sobre las blancas piernas de Harry.

Sus respiraciones fallaban, un par de besos con amor y movimientos perezosos fueron las ultimas cosas que ambos hicieron, sus ojos aún se mentarían abiertos, las manos de Harry buscaron a las de Louis, sus dedos se entrelazaron, una diminuta sonrisa apareció en los labios del rizado y justo antes de caer dormido susurró.

-Tu también eres el amor de mi vida, Louis.

No sabe si el castaño lo escucho siquiera, pero sacar las palabras de su corazón se había sentido bien, se había sentido tan bien.

Se sintió igual de bien como cuando Louis toma su mano y la besa, o cuando lo abraza sin motivo alguno, cuando junta sus labios en un beso lento o cuando le susurra un "Te amo" en el oído. Se siente bien ser amado por Louis y quiere corresponderle, corresponderle por siempre.

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⏰ Última actualización: Jan 23, 2021 ⏰

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