Alérgico a Ti. (Jicheol) Omegaverse.

Capítulo 5: Mi dulce omega.

Todo había ocurrido tan rápido que el omega no había podido pensar bien en los últimos acontecimientos, solo sabía que estaba en un grave problema.

Ahora se encontraba sentado frente a una enorme mesa con deliciosos manjares servidos para el almuerzo, acompañado de la familia Choi.

— Jihoon, debo agradecerte por todo lo que has hecho por mis hijos. Por primera vez el lobo de Soonyoung dio señales de existencia y lo hizo para reclamarte en caso de que su hermano no actuara, fue entonces cuando Seungcheol te confesó su amor y te convertiste en su omega. ¿Puede una madre como yo pedir algo más? Si mis hijos son felices, entonces yo soy feliz. —comentó la pelirroja a un tímido rubio.

— Señora Choi, yo...

— No, no puedo aceptar que me llames así, siento que me alejas al hacerlo. Mi nombre es Jisoo, pero me encantaría que me dijeras mamá. —recalcó lo último la omega sonriendo aún más. El rubio se quedó en shock.

— ¡Mamá! No puedes pedirle a Jihoon algo como eso cuando se conocieron hace unos minutos. Además de que no sé si mis sentimientos son correspondidos. —dijo lo último en un susurro. —Jihoon, no te sientas presionado a llamarla así, madre es un poco –demasiado– apresurada a veces.

Jihoon sintió una opresión en su pecho al interpretar las palabras de la gentil mujer frente a él. Mamá... ¿Cuando había sido la última vez que había pronunciado esa palabra? ¿Podría hacerlo de nuevo?

— Ma... M-Mamá... Mamá Jisoo...

¡Lo había logrado! Su corazón latió con más fuerza y todo su cuerpo se sintió cálido, hacía mucho tiempo que el frío reinaba en él, por fin un pequeño pero avivado fuego comenzó a formarse en su interior. Miró a la hermosa omega, estaba llorando, llorando de felicidad. ¿Tanto le había cautivado que la llamara así? ¿Acaso sus hijos no lo hacían a menudo?

— Siento que voy a morir de felicidad. —habló la omega secándose las lágrimas con una servilleta. —Siempre quise tener un hijo omega, tenía la esperanza de que Soonyoung lo fuera pero su fuerte carácter a tan temprana edad me hicieron dudar y hoy sé que es todo un alfa al igual que su hermano mayor y su padre. Sinceramente, estaba un poco afligida por ello, pero el destino me ha bendecido al traerte a mí, ahora tengo un hijo más, una realmente amable y lindo. —comentó Jisoo picando la nariz del omega quién se sonrojó al momento.

— ¡Mamá! —se quejaron ambos alfas.

Jisoo no estaba segura si el enojo de sus hijos era porque los había ofendido indirectamente al alagar a Jihoon o porque había tocado al hermoso omega y los celos se habían apoderado de ambos. Optaba más por la última opción. Por su parte Jihoon estaba realmente feliz, tenía una nueva madre, cariñosa y gentil. Pero, ¿cuánto duraría su felicidad? ¿Dejaría de quererlo ella cuando supiera de su problema? Se agradecía mentalmente por haber traido el frasco de perfume con él, se había encargado de rociarlo en todo su cuerpo antes de sentarse a la mesa. No quería perder la amistad que había formado con Hoshi y Seungcheol, mucho menos el amor de Jisoo, y haría lo necesario para mantenerlos a su lado.

— Alfas, siempre tan posesivos. —comentó la pelirroja rodando los ojos, el omega la miró confundido. —Me casé con Yesung hace 12 años y aún no me acostumbro a su comportamiento posesivo, aunque él no es tan pegadizo como mis hijos. —comentó los último al ver a los alfas acercase más a Jihoon, sentándose uno a cada lado.

— Te entiendo mamá, nunca he entendido por qué tienen que mostrarse tan dominantes, sobre todo cuando la situación no lo amerita. Lo omegas necesitamos nuestro espacio, algo que a menudo ellos no respetan. —dijo el rubio basado en su experiencia con algunos alfas idiotas. Aunque la mayoría no se le hacercaba por ser un "error", otros no dejaban de molestarlo, algunas veces para humillarlo, otras para aprovecharse de él.