Capítulo 1

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(Catra)

Siempre supe que la zona del terror era un lugar malo, con personas manipuladoras y repugnantes. Sin embargo, a pesar de querer con todas las fuerzas de mi corazón largarme de ahí, nunca lo llegue a considerar enserio, pues ahí estaba Adora.
Y Adora era mi hogar, no importaba si me llegaban a hacer daño, si Shadow Weaver o los demás cadetes, pues con el simple hecho de tener a Adora a mi lado era suficiente para poderlo soportar todo y querer entrenar más duro para ser mejor cada día, o eso era hasta que ella decidió dejarme.
No termino de entender cómo pudo pasar esto, después de tantos años de estar juntas, cómo pudo abandonar todo por unos ineptos que conoció apenas en 3 horas. Debí haberla acompañado, seguro que hubiera podido evitar esto, pero no lo hize y ya no puedo cambiar nada. Ahora somos enemigas, y estoy dispuesta a hacer de todo para que sienta lo mismo que me hizo sentir ella con su abandono.

Me encontraba trazando planes para Lord Hordak, pues pronto me mandaría a llamar y tenía que tenerlos listos para entonces, de pronto Scorpia entra a la habitación.

- Hola Catra, Lord Hordak pide tu presencia en su guarida -
- ¿Tan pronto? Los planes no están listos aún - dije señalando los papeles en mi escritorio.
- No es por eso, está a punto de dar una orden y te necesita para un segundo punto de vista - me explicó.
- De acuerdo - me levanté de mi silla y me dirigí hacia el lugar de Hordak, entré y el estaba sentado en su trono con ese pequeño demonio tétrico en su regazo, a veces me causaba escalofríos.

- Capitán de la fuerza Catra, que bueno que llega, la verdad es que pensaba pedir tu opinión para un plan en el que estaba pensando, pero ya lo he decidido y quiero llevarlo a cabo inmediatamente - me dice mientras acaricia la cabeza del demonio.
- Está bien y ¿cual es el plan? -
- Un ataque sorpresa a Luna brillante, pero no será como antes, he elaborado un plan estratégico muy preciso de hecho, por ahora me reservaré los detalles, pero tú misión en este momento es dirigirte hacia allá pidiendo clemencia, como tienes un pasado sentimental con She-ra, seguro que te aceptarán pronto en sus tropas, te ganarás su confianza y una vez que la tengas, los guiaras hacia un ataque que organizaré en el reino de las Nieves, enviare algunos soldados para que puedan distraerse ahí, pero mientras están luchando en ese lugar la verdadera batalla se llevará a cabo en Luna Brillante y sin She-ra y las princesas custodiando el castillo seguro que podremos debilitar sus fuerzas, una vez hecho eso, She-ra tendrá desventaja y podremos deshacernos de ella fácilmente - termina.

El plan en si, me parecía perfecto, exceptuando la última parte, pues a pesar de que le tengo un gran resentimiento a Adora nunca dejaría que muriera, ya pensaría en algo para ello más tarde.

- Me parece perfecto Lord Hordak, me prepararé para salir inmediatamente -
- Bien, cada semana te mandaré a un soldado en un punto de los bosques susurrantes para que le reportes los acontecimientos que ocurran allá. Más te vale no fallar Capitán de la fuerza Catra - y con eso dió por terminada la conversación.

Sali de ahí, y pronto me encontré con Scorpia fuera de mi habitación.

- Hey ¿cómo te fue? - se me acercó demasiado, como siempre, la aparté y le comenté todo el plan de Hordak y que necesitaba ir a Luna Brillante ahora mismo.

Después de un molesto y largo abrazo de Scorpia, comenzé mi pequeño viaje hacia Luna Brillante, en todo el camino estuve pensando en lo que diría, igual y no era tan complicado pues estaba segura de que Adora no dudaría en dejarme entrar en su escuadrón de princesitas de inmediato. En el transcurso me encontré a un par de criaturas y me dejaron algunos rasguños, bien, así sería más convincente el "escape" de la horda.

Pronto ya me encontraba justo en las afueras del reino, había un par de guardias vigilando la entrada. Retrocedi e hize unos cuantos ejercicios corporales para agitarme y que así pareciera que hubiese corrido mucho; una vez hecho esto, salí trotando hacia la entrada, los guardias se pusieron en posición de ataque, yo levanté los brazos para que supieran que iba en son de paz, pero no sirvió de mucho, pues al saber que era de la horda pronto me sometieron en el suelo esposando mis muñecas.

Problems Around Me |Catradora|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora