Problems Around Me |Catradora|

Capítulo 19

6 años después...

*Llantos*

- Catra… Kilian está llorando de nuevo - balbuceó Adora mientras cambiaba de posición en la cama.
- Fue mi turno la otra vez, te toca - respondí con voz ronca y le di la espalda a la rubia.
- Agh… Bien - sentí como su peso se iba de mi lado y escuché sus pasos alejarse hasta la habitación de nuestro bebé, la cual estaba justo a un lado de la nuestra.

Pasaron varios minutos y el llanto no cesaba, solté un bufido y decidí ir yo misma para detener esto.

Al entrar a la habitación del bebé, casi suelto una carcajada al ver la escena que me encontré.

Adora tenía al niño al revés en sus brazos, estaba tan dormida que no se había dado cuenta. Reí un poco para después acercarme y quitarle suavemente al bebé de sus brazos.

- ¿Sabes que?... Mejor vete a dormir cariño - dije comenzando a arrullar a nuestro hijo.
- ¿Que? Ah...sí - sin más, se fue a paso desganado hacia nuestra habitación.

Yo desvíe mi vista hacia el bebé que tenía en brazos.

Y sonreí al pensar en cómo habían cambiado nuestras vidas en este tiempo.

Bien.

Contaré brevemente lo que ha pasado en los últimos seis años…

Después de haber acabado con la Horda y que Adora perdiera su espada, todo se volvió muy pacífico. Básicamente al irse la Horda de nuestra vidas, ya no necesitábamos los servicios de She-ra, así que, no nos afectó mucho la perdida de ésta.

También habíamos cambiado nuestra vestimenta y nuestro cabello, ambas cortándolo, cada quien a su estilo propio.

Respecto a los Hordianos que capturamos, varios tomaron la decisión de unírsenos en la rebelión, la cual se había convertido en un equipo tipo policíaco, y los que no quisieron unirse, algunos se quedaron en los reinos o aldeas cercanas viviendo una vida tranquila, mientras que otros se dedicaron a bandalizar y a seguir hiriendo a las personas.

Pero podíamos con eso.

Se podría decir que entre ellos y las criaturas de los Bosques Susurrantes eran los únicos problemas que rondaban por aquí, pues sin She-ra no había quién pudiese controlar a las bestias, de hecho fue en un accidente que ocasionaron ellas que perdí mi cola. Pero ya tomamos medidas con ello, y logramos encerrarlas en un rincón de los bosques para que no pudiesen dañar a nadie más, y con respecto a mi cola, ya me acostumbré y lo manejo lo mejor que puedo.

Glimmer se convirtió en Reina al cumplir la mayoría de edad y Bow en su Rey, a nadie tomó por sorpresa eso, pues sabíamos que ambos se querían mucho y no en un sentido amistoso.

Con Adora también decidimos casarnos a la par de ellos y tuvimos una doble boda gigante, la pasamos muy bien los siguientes años juntas.

Hasta que Adora creyó que quizás era tiempo de pasar al siguiente nivel, osea, una cría.

Yo al principio me había negado, no quería arruinar nada, y temía no llegar a ser una buena madre para un bebé. Pero Adora me tranquilizó y así fue que decidí aceptar.

Con algo de ayuda de Entrapta logramos tener un hijo, era muy curioso como era una extraña combinación de Adora y mía, al parecer mis genes habían ganado pues se parecía un poco más a mí, pero en si, tenía rasgos de ambas.

Después de un tiempo decidimos nombrarlo Kilian.

Era un niño muy travieso, varias veces se nos había perdido por los bosques, causándonos sustos de infarto, pero siempre terminábamos encontrándolo trepado en algún árbol o cazando pequeño animales por ahí, me causaba gracia pues era igualito a mi cuando era pequeña, obviamente exceptuando el abuso. No, si alguien se atrevía a tocarle un solo pelo a mi pequeño, se las vería conmigo, y estoy muy segura de que no saldrán con vida de ello.