one

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Tarde, tarde, tarde. Eso se repetía en mi mente como un virus mortal que pretendía contaminar hasta la más mínima célula de mi cuerpo causando mi muerte inminente privándome de esta asquerosa existencia y...

¡PUTA MIERDA CON TODO! Se supone que el volumen de tus pensamientos es igual sin importar que tu grites según un post de Facebook, pero... ahora necesito gritar y y y romper todas las malditas cosas, joder.

Me duele, me quema, me lastima. Es un meme la forma en la que describo mi dolor, pero así lo siento, es mi manera no violenta de expresar mi putica suerte. Burlándome, burlándome, siempre riendo de mis desgracias, ni modo ¿no?

Terapeuta, debería ir, eso pondría feliz a Nami...

Al fin diviso el edificio luego de tener que correr por salir huyendo de mi apartamento, olvidando llaves del coche, trabajo, como respirar por... por ver al amor de mi vida, porque si consideraba al indeseable ser el amor de mi triste vida, con su descomunal mejor amigo pelirrojo en mí, en mí... EN MÍ CAMA.

¡Y TAL VEZ ESO NO SEA LO PEOR, LO QUE ME HACE ENTENDER QUE PUEDE SER PEOR, ODA MÍO SANTÍSIMO!

Me calmo, respiro, compongo mi pálido y perfecto, porque si sigo siendo malditamente perfecto, rostro. Entro y saludo a la recepcionista nueva, preguntándome vagamente cuanto tiempo durara sin sufrir una crisis por mi histérico y exigente jefe, es retraída y linda, le doy 3 días a lo mucho.

Vuelvo a mi decálogo donde soy miserablemente miserable porque soy Sanji, un humano con genes divinos y mala fortuna, ideal para las chicas pero gay de closet que dejo a su corazón emerger de el por qué su crush no lo crujió, descubriendo así que los hombres no son realmente lo mío pero me gustan y aun cuando amo a las damas soy incapaz de acostarme o sentir un deseo lujurioso por ellas...

Veo las puertas metálicas, las veo tan tentadoras y adecuadas para partirme la cabeza contra las mismas una y otra, y otra vez. Antes de iniciar mi acción incitada por ser un novio desechado, con cuernos y destrozado, el ascensor se detiene en el piso 7 y se abre como mis estúpidas e ingenuas expectativas al amor. No presto atención y sigo repasando que hice catastróficamente mal para que me pasara esto, la persona entra.

No era un novio patético, tampoco uno genial. Era yo y me es difícil ser yo a veces pero con él lo era.

Fue mi culpa.

No debo meditarlo mucho, el mismo Law me dijo que era como un cachorro desamparado buscando cariño y afecto, ni siquiera él era capaz de patear sin remordimientos a ese perro sin que le picara la fibra sensible. Rechazarme nunca fue una opción que el vio factible para alejarme, lo hizo por lastima... tanteo esa idea por unos segundos pero la descarto, Law es cruel pero no mentiroso, Law me apreciaba lo suficiente para entablar una relación seria y formal conmigo, decir: apreciar, en el vocabulario de Trafalgar era similar a adorar, admirar, cuidar y sentir un cosquilleo en su vientre pero no unas mariposas erráticas con cuchillos y navajas que buscaban destrozarte el tórax y explotar en forma de confetis con formita de ¨te amo¨, así me sentía yo cada que me miraba, pero no me quería, no quería como yo y viéndose inhábil de decirme; oye Sanji ya no siento nada por ti, quisiera quedar como amigos, lo siento, comenzó a engañarme con Kid, al que quizás amo desde el inicio de esta trágica y horrible historia, o al menos el lado de mi historia es trágico, horrible... etc.

Permito a mi cerebro vagar, pero el humano que se halla junto a mí no para de picotearme con su dedo como una paloma hambrienta de irritarme más de lo que estoy, ¿Quién puede retorcerse en sus equivocaciones y anhelos incumplidos con un fastidioso de este calibre tranquilo?

7 relatos salvajes || One Piece Week 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora