Ya llevaban 30 minutos esposados y parecía solo hace segundos que Sanji se encontraba divirtiéndose con las bailarinas del club "Sake de Binks", Brook y una cuerda de borrachos a los que no conocía. Y ahora, ¿Qué pasaba ahora? ¿Qué experimentaba Sanji en esos momentos?
Miro de reojo, odio desbordaba de esos ojos azules que parecían luces de antro. Lo que le sucedió, tal vez, lo que archivaría como la peor experiencia de su vida.
Estaba esposado a un alga, un alga viviente y con nombre en el mueble favorito de su casita de paseo.
Que perra era su suerte, que perra que perra, que perra era su suerte.
Luffy saqueaba su nevera. Zoro puso uno de sus cuadros de mar y sirenas como división para no ver su cara, le parecía bien, él tampoco quería verle la asquerosa cara. Nami se había ido con Usopp a ver si algún maldito policía por buena fe les ayudaba con la putada que causo el chiquillo imbécil con sombrero de paja. Estaba a reventar, el primero que le dijera pio acabaría sin dientes. Debió suponerlo, él tenía un buen día y las malas vibras inmediatamente le caían encima, aunque entendía a aquellos que lo envidiaban si el no fuera el, también se tendría envidia. Casi, casi con la muralla que puso el aguacate pareciera que su noche simplemente había terminado, pero no.
Repaso las cosas malas que había hecho esa semana para merecer esto. Solo los descerebrados consideraban que Sanji Kuroashi era un santo, aunque podría pasar de ángel si quisiera. Pero volviendo al punto, ¿Qué rayos hizo esa semana? Veamos, mortificar al cactus por espacios de tiempo indefinido, estaba en su naturaleza, inevitable, así que no catalogaba como malo... medio malo pues. Siguiente, cambio la ubicación de la cita de Patty por la de un bar gay al que Usopp lo llevo una vez por culpa de Franky. Siguiente, estuvo con una dama que según sus palabras el sujeto con el palo de escoba padecía demencia y no era su prometido. Huyo por la ventana...
Y, eso era todo. ¿¡POR PATÉTICAS TRAVESURAS ODA ME CASTIGA DE TAL MODO!?
–Sanji-kun –Nami es una de las mujeres más hermosas, inteligentes y fuertes que conozco pero tengo demasiada ira desbordándose en mí. Ni una proposición de matrimonio de ella me calmaría.
–Nami-san –su mirada no auguraba nada bueno.
–Dile tú.
–¿Por qué yo? –Usopp jamás se había divisado tan valiente en negarse, hasta que los ojos castaños de la pelinaranja lo devolvieron a su cobardía habitual–. Diablos, Sanji, respira. Noconseguimosningúnpolicíaqueleimportaratusituación. Adiós, me voy a mi casa lejos del peligro –a mi siguiente parpadeo ya había desaparecido de mi vista.
–Lo siento Sanji-kun –deposito un beso en mi mejilla de compasión y disculpas. Y se marchó, prometiendo seguir buscando mañana, arrastrando consigo al mono fuera de mi refrigerador. El ambiente se tensó al igual que el acero templado al enfriarse. Apenas si eran las dos de la madrugada, yo debería estar en estos instantes con esa linda camarera, unos besos, su apartamento...
En cambio. Jalo sus cabellos con su mano libre. Esto es un grandísimo desastre, carajo.
–No solo a ti se te arruino la noche.
–¿Osas hablarme?
–La respuesta es bastante obvia.
–Pero no verme.
–Eres lo más horroroso que he visto, no es que me complazca mucho mirarte.
–Sí, claro –cruzo sus largas piernas–. ¿Qué día es hoy marimo?
–Domingo.
–¿Y qué ocurre con la jefatura de un pueblito miserable y perdido los domingos?
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7 relatos salvajes || One Piece Week 2019
عشوائيtú, entra. Primera vez participando en esto de one piece week, ustedes disfruten. One Piece Week 2019