ONE- SHOTS Juliantina

La chica de la barra 2.

Después del incidente con el idiota, la chica me pidió que la esperara, y ahora que lo pienso no le había preguntado su nombre.

- hola de nuevo, espero no haberte hecho esperar mucho - me dijo con una hermosa sonrisa, noté que se había cambiado de ropa una camisa blanca remangada por los codos con un jeans negro ajustado y zapatillas del mismo color. Era simple pero ella hacía lucirlo sexi y a la vez formal.

- si te espere más de tres horas, unos minutos más no son nada -respondí viéndola directamente a los ojos. - nos vamos?

- no tomaremos aquí? - me pregunto confusa

- claro que no, iremos a un lugar más tranquilo, si te parece bien.

- donde sea, esta bien.

- en ese caso vamos, el auto nos espera. - la tomé de la mano y nos dirigí a la salida.

Al salir del lugar, me entregaron el auto y le abrí la puerta a la chica para que entrara.

- quieres ir a cenar?

- un trago se convirtió en una cena?

- si, me di cuenta que no cenaste ni comiste nada, así que.... que te gustaría cenar? - pregunte mientras conducía - por cierto, cómo te llamas?

- lo que sea esta bien por mi, y me llamo Juliana, Juliana Valdés, tú eres Valentina, no? - asentí ante su pregunta

- por un momento pensé que te ibas arrepentir de salir conmigo.

- si te soy sincera, lo pensé, no creo que sea bien visto que salga con la dueña del lugar donde trabajo y menos a esta hora.

- por que no?  Respete tu horario de salida a pesar que pude hacer que salieras antes.

- por esa misma razón, y agradezco que no lo hicieras.

- así que eres esa clase de chica -ella se me quedó viendo esperando una explicación, así que continué hablando antes que se hiciera una  idea equivocada - es decir, de las que no les gusta que le paguen todo o verse como interesada o ambiciosa.

- exacto, así que espero no me lleves a un lugar muy lujoso - le sonreí de lado.

- en ese caso... que te parece si te hago una invitación especial?

- especial? - asentí - a donde?

- Mi casa privada

- tu casa? por que es especial?

- no acostumbro a llevar chicas ahí. - su mirada era penetrante, como si quisiera leer mi mente a travez de mis ojos.

- entonces por qué me llevarías a mi? - era una buena pregunta pero la verdad es que ni yo sabía por qué quería llevarla a casa, la acaba de conocer pero algo de ella me Provocaba intriga.

- No lo sé, Juliana, pero siéntete dichosa, serás la primera que lleve ahí, a demás me gusta la privacidad - le sonreí de lado nuevamente.

- esta bien, no es como que quiera que me vean con mi jefa

-  tan malo sería? - pregunte con el ceño fruncido.

- no quiero que se haga un alboroto solo por una salida, se también la clase de chica que eres señorita Carvajal, no es la primera vez que te veo en el club, llegas sola y siempre te vas con una diferente, se que esta noche es igual y créeme por mi está bien, solo quiero pasarla bien - su mirada una vez más me dejaba inquieta, pero todo lo que dijo era cierto por muy feo que se escuchara, la invite solo para pasar la noche y mañana sería historia, pero entonces... por qué la estoy llevando a casa?

-  así que me has observado? - le pregunté con una sonrisa.

- un par de veces, si eres dueña del club por qué casi nadie lo sabe?

- mi hermano es el que se hace responsable del club mientras no estoy en la ciudad, me tuve que ir un año a Inglaterra así que el se queda a cargo,  hace una semana volví pero aún no es definitivo que me quede, por eso él sigue haciéndose responsable. -  en la carretera solo se veía el bosque, mi casa está ubicada en una área restringida que muy pocas personas son capaces de ingresar.

- todo tiene sentido ahora.

- llegamos.

- es aquí? - preguntó confusa, ya que aparque en medio del bosque.

- si, ven conmigo- baje del auto y lo rodeé para poder abrirle la puerta. Tomé su mano y nos dirigí a un pequeño camino iluminando dentro del bosque, frente a nosotras había un muro cubierto de plantas y flores ocultando la casa que se encontraba por detrás.

- vaya, esto es sorprendente - Juliana veía todo a su alrededor con asombro y yo no podía dejar de mirar cada facción que hacía.

- y aún no has visto nada. - después de unos segundos paradas se abrió la puerta principal e ingresamos. - esta casa solo la uso cuando quiero estar sola - no sabía por qué le contaba estas cosas pero quería que se sintiera segura conmigo.

- vaya es una casa maravillosa - su emoción se veía en sus ojos y por una extraña razón a mi me encantó verla feliz.

- lo es, por eso es especial, vamos adentro, estaremos tranquilas aquí - una vez más tomé su mano y nos adentremos a la casa - ponte cómoda.

Estaba siendo demasiado atenta con ella, prepare una cena rápida y nos la pasamos conversando por una hora mientras cenábamos, luego nos dirigí al balcón que estaba iluminado y desde ahí teníamos una hermosa vista.

- Gracias por traerme a este lugar - me dijo Juliana cuando le entregaba la copa de vino y tomaba asiento a su lado.

- Gracias por aceptar venir conmigo. - respondí bebiendo de mi copa.

- Cosa que aún no entiendo, por qué yo Valentina? - me preguntó y bebió de su copa, y ahí estaba otra vez esa mirada que me estaba matando.

- si te digo la verdad Valdés, no lo sé, pero tú compañía es distinta a las otras personas - Tomé el último sorbo de mi copa y la deje en la mesita.

- que me hace distinta a las otras chicas? - su mirada se posó en mis labios esta vez y mi corazón empezó acelerarse.

- todo y no logro descifrar por qué - tomé su copa y la coloqué  junto con la mía - tu mirada me intriga demasiado - la mire a los ojos - tu cercanía altera mis sentidos - me acerque más a ella - tus labios me provocan demasiado, que no me pude concentrar en toda la cena - ahora mis ojos se posaron en sus labios carnosos que me pedían que la besara de una buena vez.

Y como si estuviera pensando y sintiendo lo mismo, ella fue la que terminó con la poca distancia que nos separaba, tomó mi rostro entre sus manos y chocó su boca con la mía, no había nada de ternura en este beso, sino todo lo contrario, me besaba salvajemente, abarcando cada espacio de mi boca, me estaba volviendo loca, tomó mi labio inferior entre sus dientes jalándolo tan jodidamente sensual que me estaba haciendo perder la cabeza, por lo que reaccioné y tomé el control de la situación poniendo mis manos en su cintura para acercarla más a mi, las baje un poco y la tomé de la cadera haciendo que rodáramos para dejarla sentada sobre mi con las piernas abiertas, mis manos se posaron en sus muslos aparentándolos mientras penetraba su boca con mi lengua, lo que provocó que Juliana soltara un gemido en mi boca, haciendo que ese sonido se convirtiera en mi melodía favorita, quería escucharla gemir mi nombre, Juliana me provocaba demasiado, cosa que jamás me había pasado con otra chica.

Esta madrugada sería la más larga de mi vida, y lo mejor de todo era que...

Apenas estábamos comenzando...

Continuará...

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Hola, espero les guste y lo disfruten, el siguiente capituló será la última parte de "la chica de la barra" .  👋

Disculpen si existe algún error.