¿Qué había pasado luego?
Me sentía aún mareada, no podía enfocar las cosas. Estaba desorientada, mirando a todos lados sin saber donde me encontraba. Era una habitación limpia y ordenada, de aspecto fantasmal. Entorné mis ojos hacia un lado y creí haber visto una silueta.
No podía verle bien el rostro y mi cabeza ardía de dolor.
—Descansa— Me dijo aquella voz, y no porque le obedeciera lo hice, sino porque en verdad no tenía fuerzas para otra cosa. Volví a dormir, y como si hubiese sido un sueño, me desperté de repente.
Cuando mis ojos se acostumbraron a la luz y dejé de ver todo borroso, pude ver a todos mis amigos que estaban alrededor de mi camilla, junto con mis padres. Y si, estaba en el hospital ¿Quién me habría llevado?
Me sorprendí un momento al no recordar nada de lo que había pasado, pero como un destello, pasó por mi mente el lamentable incidente con la llama loca que me dejó inconsciente. Acordarme me dolió y me quejé.
—Por lo menos sabemos que está viva— Susurró Ann lo suficientemente alto como para que todos lo escucharan.
—¡Ann!— Dijeron mis amigos al mismo tiempo.
—Harper, amor, ¿Cómo te sientes?— Me preguntó mi padre acercándose.
—Bien— Logré decir incorporándome. —A decir verdad, terrible—
—Oh amiga, fue épico, debiste ver cómo te golpeó esa llama— Dijo Ann emocionada.
—Ann, creo que no es el momento para... Mhm, contarle con detalle cómo terminó en el hospital— Se puso histérica Mariel.
—Bueno, no sería con detalle, ya que aún no sabemos quien la trajo— Recordó Asly y todos asintieron.
—Esperen, ¿Ninguno de ustedes me trajo?— Pregunté confundida.
—No, solo apareciste aquí, te buscamos por todas partes y preguntamos a mucha gente. Una familia nos dijo que alguien te llevaba cargada hacia el hospital, pero no dieron más explicaciones— Me contó mi madre sentándose en la esquina de la cama y acariciando mi cabeza, la cual daba vueltas tratando de recordar. Miré a la silla que yacía a un lado, pero estaba vacía, no había rastros de que alguien más, aparte de ellos, hubiera estado allí.
—Mhm, yo no recuerdo nada— Dije omitiendo mi extraño sueño.
—Bueno, según el doctor debes quedarte y descansar unas cuantas horas más. Lía, Josh y yo nos quedaremos contigo, bueno y tus padres— Me dijo Rouse.
—Si, las pequeñas debemos volver a casa— Dijo Kaireht que estaba al fondo tomando el brazo de Kendall.
—Kay, no eres pequeña, aunque bueno, soy mayor que tu, pero aún así no calificas como pequeña— Reconoció Kendall lanzando una mirada un poco acusadora a su hermanastra.
—Shhhh— Calló Kay.
—Hey, no es que se nos obligue, es solo que no tenemos otra opción— Puntuó Ann levantando un dedo.
—Eso es como decir "Y no sólo eso, sino eso mismo"— Bromeó Lía y todos reímos.
—Entonces nos vemos luego, que te mejores Harp— Se despidió Asly y los demás hicieron lo mismo.
—¿Quieres algo de comer?— Me preguntó mi padre minutos después.
—Estoy muerta de hambre— Dije un poco demasiado dramática.
—Iremos a comprar a la cafetería, ¿Alguno quiere algo?— Mi madre se dirigió a mis amigos.
—No, gracias Isabel, estamos bien— Aseguró Josh.
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La Ley de Benjamin
Teen FictionAcompañame a ver esta triste historia... Solo bromeaba, ni tan triste es, solo mi vida, mi hermosa vida. ¡Hola! me llamo Harper y pues mi vida no es del todo ordinaria, de hecho cambió de ser desastrosa y solitaria encerrada en casa, a ser desastro...