No estaban todos los del curso, sólo como la mitad, pero me miraron. Qué vergüenza.
—.......— No dije nada, solo saludé con la mano, y una persona me saludó. Una chica de cabello marrón y lentes, y al lado de ella había otra con la cabeza estampada en la mesa. Ví que había unos puestos libres delante de ellas y fuí a sentarme. No tenía compañero.
—¡Hola chica nueva!— Me saludó la que antes había levantado la mano. —¡Me llamo Mariel! Y ella es Rouse— Señaló a la chica roncando en la mesa.
—Oh, hola, yo soy Harper...— Dije volteándome hacia ella y dándole la mano.
—¿Eres de aquí? Nunca te había visto por ningún lado— Continuó Mariel con la conversación.
—Si, nací aqui, vivo en una de las partes de la playa...— Dije, pero me interrumpió.
—¡La playa! Eso es genial, cuando seamos amigas vamos a ir todos los días a la playa ¿No es así Rouse?— Le golpeó la cabeza con un dedo.
—Mmmhhhhhm— Respondió Rouse aún durmiendo, yo sonreí. De cerca podía ver bien a "Rouse", tenía el cabello laaaargo como hasta el trasero, también usaba lentes, pero los tenía a un lado mientras roncaba, no le pude ver la cara. Antes de que sonara el 2do timbre para entrar, ya casi se había llenado el curso, y ví una silueta conocida en la puerta. Era Lia, ella me llegó a ver y se dirigió hacia mí, se sentó a mi lado el cual estaba vacío.
—Hola Harper, ¿Me puedo quedar aqui?—
—Claro, no está ocupado— le dije.
—Gracias, hola Mariel, Rouse...— Saludó a las que estaban detrás.
—¿Ya las conoces? — Le pregunté en un susurro.
—Si, estaba con ellas el año escolar pasado— Me respondió de la misma forma. —Ellas son un poco raras— Sonrió.
No tan raras como yo pensé.
—Buenos días estudiantes, bienvenidos a 3er año, espero que hayan disfrutado de sus vacaciones porque este año entramos con energías nuevas...— Esa fue la profesora, entró, esquivó el desorden de vidrios que había en el piso y se sentó en su escritorio. —Hoy tenemos a una alumna nueva...— Nervios al 100. —La señorita Harper— Miró su lista. —¿Harper Benjamín?—
—Si, soy yo...— Dije levantándome. Al mismo tiempo en que se cayeron los floreros que estaban en el estante en una pared.
—Mhm, ok, señorita, por favor pase adelante, cuidado con los vidrios, ahora los van a recoger, y preséntese hacia la clase— Continuó la profe. Sentía más nervios, pero pasé adelante.
—Emm, bueno, yo soy Harper Benjamín, tengo 16 años, me gusta jugar al volleyball de playa, surfear, toco uno que otro instrumento y también me gusta mucho la Nutella...— Hubieron personas que asintieron de manera aprobadora y se escucharon unas risitas del otro lado del salón. Mariel levantó la mano y dijo:
—¡A mi también me encanta la Nutella! ¡Seremos mejores amigas!— Y me dió una
sonrisa de oreja a oreja, yo le sonreí.—Mariel, siéntate, no no, no vengas, no te la lleves... Psh, olvídalo... Rouse levanta la cabeza, ¡No es hora de dormir!- Se quejó la Profe.
—Mmmmhhhm— Dijo Rouse con la cabeza aún pegada a la mesa.
Todo pasó muy rapido, fue algo así: Después de declarar que amaba la Nutella, Mariel se paró, fue a donde yo estaba, me dió un abrazo, me agarró del brazo, y me llevó a mi silla, mientras la profesora regañaba a Rouse por estar durmiendo. Mariel y yo nos resbalamos con absolutamente nada, y quedamos estampadas en el piso. Todo el mundo se reía, y en ese momento, Rouse se despertó por las risas y nos miró en el piso.
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La Ley de Benjamin
Fiksi RemajaAcompañame a ver esta triste historia... Solo bromeaba, ni tan triste es, solo mi vida, mi hermosa vida. ¡Hola! me llamo Harper y pues mi vida no es del todo ordinaria, de hecho cambió de ser desastrosa y solitaria encerrada en casa, a ser desastro...