"Yo Titanic, tú iceberg"
Malfoy no estaba pasando por un momento. Sus padres se habían enterado de su orientación sexual, pero ese no era el problema. La chispa del asunto es que también sabían que su corazón pertenecía a un chico con un rayo en la frente.
Sí, Harry Potter, el mayor enemigo del señor oscuro.
Por esa razón, su madre le había aconsejado que se olvidase de él. Quién no debe ser nombrado aún no sabía nada, y si se enteraba podía ser verdaderamente malo. Draco era el hijo que Voldemort nunca pudo tener, su mano derecha y la pieza más importante que tenía, todo esto sin contar con el consentimiento del rubio.
Lucius Malfoy sin embargo no había sido tan considerado como su madre. Obligó a su hijo a ser mortífago. Según él, si antes sabía de que iba todo aquello, antes se daría cuenta de las cosas y de lo mal que estaban.
- En estos tiempos que corren se debe ir en el bando del más fuerte.
Siempre decía eso, era la única justificación que tenía a todas las preguntas del universo.
Levantándose de su cama, cogió su capa con el escudo de Slytherin y se la puso encima del uniforme. Levantó un poco la manga, viendo el "tatuaje" que le indicaba que era uno de ellos.
Pronto recibiría una especie de señal, el principio de la guerra, tal como habían apodado al suceso. Él sería la clave para que todo vaya bien, será el que hará que entren a Hogwarts.
Es muy corto así que más tarde subiré otro para compensar
