-Tranquila niña- dijo Socorro –Es solo que ha estado preocupado, todos nosotros, cuando supimos que estarías bien, nos aliviamos-
¿Preocupados? Esto era nuevo para mí, nadie se había “Preocupado” alguna vez por mí, siempre por mis hermanos, por las tareas, por mi alrededor, pero nunca por mí.
-Lamento causarles esa preocupación, no volverá a pasar-
-Eso espero-dijo la enfermera –Ahora, regresa aquí, o cuando estés enferma o vayas a tener a tus hijos, jamás por algo como esto, ¿entendido?-
-Si, si, ahora, ¿Cuándo me darán la alta?-
-En dos días, ahora, si me disculpan, tengo más pacientes que atender, si necesitan algo, solo llámenme, si la chica se pone mal o si sientes incomodidad en las manos-
-Está bien, lamento que tenga que cuidar de mi, más en el penoso estado en el que me trajeron-
-Está bien linda, pero que no vuelva a pasar-
Al verla bien, la enfermera parecía de unos 30 años, piel blanca, un poco arrugada, hoyuelos al sonreír, labios pequeños pintados de rojo, pelo dorado con castaño, escondido en su gorrito de enfermera, el cual tenía una cruz en el centro, esta estaba completamente de blanco, vestido, mallas, zapatos, toda.
-Gracias-
Salió del cuarto, dejándome a solas con la señora socorro y lauro, perfecto, agradecía su amabilidad, trayéndolos al hospital el mismo día que me dieron asilo, genial, ¿algo más? ¿Porque no les robas también?
-Lamento que tuvieran que traerme al hospital el mismo día que me dejaron quedarme con ustedes, comprenderé si me piden que me vaya-
-Oh, claro que no querida-dijo la madre –debes estar pasando por un momento muy difícil, nosotros los Ibarra cuidamos de los nuestros, ahora tu eres del clan, es por eso que puedes quedarte el tiempo que necesites-
Mis ojos se llenaron de lágrimas. Era la primera vez que me decían que formaba parte de una familia, que me aceptaban sin sentirse forzados o por compromiso.
-Gracias- levante mi brazo, ahora si sentía el dolor, seque mis lagrimas –Gracias, por todo, por traerme aquí y por ofrecerme su casa, por darme amabilidad-
-Oh, cariño- la mujer me abrazo.
-Entonces serias como mi hermana- dijo lauro –Pero ¿mayor o menor?-
-Cumplo años en abril, tengo 15-
-Yo en enero, tengo 15 también, soy mayor por unos meses- sonrió triunfante.
Los días pasaron, la mujer y el chico nunca me dejaban sola, pero Larry no volvió, tenía que disculparme y agradecerle, después de todo el me trajo aquí e impidio que me muriera desangrada. Era hora de mi alta, pero no me dejaron caminar, en cambio me llevaban en silla de ruedas, hasta la salida. Lauro me empujaba, mientras que socorro caminaba junto a mí. Al llegar a la entrada, Larry estaba parado, junto a su auto, esperando a su familia, para llevársela a casa, a su familia, no a mí, bueno, no era algo nuevo.
-Gracias por venir hijo, se que tienes mucho trabajo con las clases y el equipo-
-No importa madre, si no vengo yo, ¿quién lo hará? Recuerda que padre está fuera de la ciudad-
Le abrió la puerta a su madre, pero esta negó con la cabeza, dejándome pasar con la silla de ruedas, perfecto, esto aria que me odiase mas.
-Gracias- me puse de pie
-No deberías hacer esfuerzos- dijo Socorro –Por favor, Larry, lauro, ayúdenla-mando
-Estoy bien, solo es cuestión de dar unos pasos, todo calculado-
-De todos modos, ayúdenla-
Lauro me tomo de las caderas, mientras que Larry me tomaba del hombro, como si fuese un bicho el cual le diera asco, ¿Dónde estaba el chico que trato de ayudarme? El seguramente era como Iván, cariñoso y divertido a solas, un patán acompañado, nada nuevo. Me senté en el asiento, al llegar a la casa, esta tenía un cartel de bienvenida en la entrada, este tenía mi nombre, wow, era la primera vez que alguien me daba la bienvenida a un lugar que no fuese para dar todo en el ciclo escolar.
-Bueno, puede ser apresurado, pero ¿no deberías ir a ver a tus padres?
-Tiene razón- me levante de la mesa –vuelvo en unas horas- me dirigí a la salida.
-Yo te llevare-dijo Larry –Será más rápido así y te en contentaras con tus padres en menos tiempo-
“Como si fuese a pasar”
-Está bien-
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El cambio de la chica
Teen FictionNatasha está conforme con su vida, su amiga Laura, la cual no resulta serlo tanto, su mejor amigo Iván, el cual solo es gentil estando solos, su familia, pero ella comienza a descubrir ciertas cosas que la harán dar un giro de 180 grados a su vida...