LA PEDIATRA Y YO

cap. 30 Sin vuelta atrás parte 2

Discusión entre Camila y Matthew...

- ¿Es por Jáuregui? ,  preguntó Matthew, con tono sombrío.

- Matt…

- ¿¡Es por esa maldita lesbiana enferma de Jáuregui!? ,  preguntó él, con rabia, desde sus entrañas.

La castaña solo se quedó inmóvil, aterrada por la súbita reacción del hombre.

El castaño golpeaba la pared de manera repetitiva con el puño, descargando su furia a solo centímetros de la cara de Camila, mientras las venas de su cuello se marcaban cada vez que repetía la pregunta, una y otra vez, haciéndola temblar de miedo.

- ¡Te estoy preguntando si todo esto es por la maldita de Jáuregui! , exclamó Matthew, a escasos centímetros del oído de Camila.

- ¡Sí! ,  respondió la castaña, enfrentándose a Matthew . ¡Estoy enamorada de ella, de la Dra. Jáuregui!

El sonido del cristal rompiéndose inundó toda la habitación cuando Matthew, en un arrebato, tomo el florero que estaba cerca de la puerta y lo aventó con todas sus fuerzas hacia una esquina, desparramando las flores que se encontraban en el durante todo su trayecto de vuelo.

Matthew la miró a los ojos, dedicándole una mirada de intensa furia que Camila no había visto antes. Sus nudillos permanecían apretados, predispuestos a continuar con la burda demostración de violencia que era capaz de ser liberada gracias al alcohol, mientras que su pecho bajaba y subía rápidamente, casi de manera dolorosa, intentando en vano controlar toda esa furia.

- ¿¡Para eso era el maldito tiempo!? , preguntó él, acercándose peligrosamente a ella.

- Si Matthew,  contestó firmemente la castaña, dando un paso adelante, dispuesta a hacerle frente . Por eso te pedí tiempo. Siento mucho no habértelo dicho antes pero prefiero ser sincera contigo.

- Entonces eso era ,  murmuró Matthew, entre dientes . Cada vez que salías a correr, cada vez que ibas a almorzar con tus amigas aprovechabas para engañarme con esa estúpida.

- ¿Engañarte? ,  preguntó confundida la castaña.  Matthew no…

- Cada minuto que te dejaba sola. ¡Cada vez que estabas sola aprovechabas para enredarte con alguien más! ,  le gritó él, con ira , ¡Yo siempre estuve pendiente de ti y tú andabas enredándote con otra!.

Camila lo miró, incapaz de saber si tenía que reírse ante el comentario de Matthew o sentirse verdaderamente ofendida.

¿Pendiente de ella? ¿Matthew pendiente de ella? ¿Cómo era capaz Matthew de decir semejante desfachatez cuando media comunidad médica sabía que se había acostado prácticamente con todas sus asistentes?

Sí, era cierto. Ella tenía la culpa por no haber sido sincera con él desde un principio, pero de allí a que el intentara acusarla de una infidelidad había un largo trecho, más cuando era él quien llevaba años poniéndole los cuernos de manera obvia. Su descaro era tan absurdo que le parecía difícil que Matthew lo estuviese diciendo seriamente.

- ¿Hablas en serio? ,  inquirió Camila, mirándolo desconcertada.

- ¿¡Cómo pudiste engañarme Camila!? , siguió Matthew, vociferando , ¡Siempre te fui fiel y tú me pagas co…!